La decisión agudiza la precariedad de las casas independientes mientras multinacionales como Penguin Random House lanzan un pulso al rechazar el descuento del 20%
Una ola de malestar recorre estos días los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). La decisión del Gobierno mexicano de imponer una quita del 20% sobre el pago de las deudas acumuladas durante los últimos años por la red de librerías públicas ha desatado una fuerte indignación, velada en algunos casos y explícita en otros, entre las editoriales del país.