Hace 25 años, los líderes de los partidos de la derecha y la izquierda pregonaban que México viviría —literalmente— en la gloria una vez que el PRI fuera echado de Los Pinos.
Lo cierto es que engañaron a todos. ¿Por qué?
Hace 25 años, los líderes de los partidos de la derecha y la izquierda pregonaban que México viviría —literalmente— en la gloria una vez que el PRI fuera echado de Los Pinos.
Lo cierto es que engañaron a todos. ¿Por qué?
La de Felipe Calderón y Ricardo Anaya es una guerra a muerte; una guerra en la que no hay lugar para la reconciliación.
Y si lo dudan, la siguiente historia lo confirma.
Si la popularidad en las encuestas fuera el método de selección del candidato presidencial del PRI, desde hace cinco años el aspirante sería Miguel Ángel Osorio Chong.
Y es que desde el arranque del gobierno de Peña Nieto, el puntero de todas las encuestas —entre todos los aspirantes presidenciales del PRI— es precisamente el titular de Gobernación.