Excélsior/ Redacción

1. Pruebas a la vista. Durante meses se manejó la teoría de que existían videos incriminatorios que imputaban a panistas en sobornos para la aprobación de la reforma energética impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Y comenzó el desfile. El primer material se filtró ayer. Guillermo Gutiérrez Badillo, secretario particular del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, aparece en una presunta entrega de dinero al entonces secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado, Rafael Caraveo, muy cercano al senador Jorge Luis Lavalle Maury y a Ernesto Cordero.

1. ¡A trabajar! Hay que poner mucha atención en la nueva titular de la Comisión Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, quien ayer tomó protesta. No la tiene sencilla, pues viene a sustituir a David León Romero, quien realizó un trabajo impecable en beneficio de la sociedad. En su última encomienda en PC, estuvo en Reynosa, Tamaulipas, para atender la situación de emergencia provocada por el huracán Hanna.

1. Imaginativo. El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, subió a sus redes sociales un video donde se hace pasar por chofer de una aplicación para preguntar a los pasajeros su opinión sobre los políticos, la economía y la renovación de la dirigencia nacional de Morena. Bastante gastado el recurso de “ruletear” para palpar el sentir de la gente sobre la política del país, ¿no?

1. La efectividad no es casual. Una vez más la mano del canciller se nota firme y decidida en otros de los avances de la Cuarta Transformación. Marcelo Ebrard vuelve a participar en acuerdos de trascendencia continental. Esta vez logra la unión de los sectores público y privado por el bien no sólo de los mexicanos, sino, además, para toda América Latina. Que los gobiernos de México y Argentina, en acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca y la Fundación Carlos Slim, apuesten por la producción de la vacuna contra el covid-19, es un gran triunfo.

Rumbo al escenario “muy catastrófico”

La explosión del martes 4 en Beirut –que mató a más de 200 personas, hirió a siete mil y dejó a 300 mil personas sin techo– derribó al gobierno del primer ministro libanés Hasán Diab.

No importó que Diab no hubiese cumplido aún siete meses en el cargo, al que llegó en sustitución de Saad Hariri, quien fue obligado a renunciar por las protestas multitudinarias del año pasado.

1. Advertidos. El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García, pidió al gobierno evitar chantajes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, al referirse al plantón de la sección 18 de la CNTE en el Zócalo capitalino. Planteó que el “horno no está para bollos”, dijo y descartó que manifestaciones de este tipo podrían originar un brote social de violencia. Advirtió que la pandemia ha afectado a la educación, por lo que no es momento de agregar mayores condiciones de riesgo.

1. Reunión de altura. El senador Ricardo Monreal Ávila adelantó sobre los altos funcionarios que participarán en lo que será un amplio encuentro virtual para escuchar propuestas y buscar consensos desde el Senado, por lo que el 18 de agosto estarán conectados y en el mismo tema, justicia y justicia digital, el ministro Arturo Zaldívar; el fiscal general, Alejandro Gertz; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el consejero jurídico de Presidencia, Julio Scherer, un representante de la Conago y los coordinadores parlamentarios. Convocatoria a todo lo que da.

Lado B: el disco rayado que López-Gatell quiere que volteemos

La izquierda, a la que le gusta presentarse como aliada del progreso, siempre ha tenido un rasgo profundamente conservador: la persecución de una utopía que reside en el pasado.

En el pensamiento de Marx, pero también en el de Proudhon y Bakunin, la razón de los pesares del hombre es la propiedad privada. Y por eso la idea del retorno al comunismo primitivo, la posesión colectiva de los medios de producción, que la izquierda ve como un Edén económico del que el ser humano fue expulsado por la avaricia.

1. Rumbo al acabose. Inmersos en la lucha interna de Morena por la dirigencia nacional y la definición de posiciones dentro del Poder Legislativo, los senadores Higinio Martínez y Martí Batres son los rostros visibles de la pugna morenista en el Senado. Unos están convencidos de que deben respetarse la ley, los acuerdos políticos, la decisión mayoritaria y las instituciones, y otros opinan que el poder electoral de Morena le permite imponer su mayoría cuantas veces sea necesario.