CNTE criminal; mata y persigue periodistasNo es novedad que integrantes de la CNTE se han convertido en una de las mayores amenazas para el periodismo mexicano.
No es nuevo que la CNTE persigue a periodistas en estados donde tiene su mayor influencia, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Y tampoco es nuevo que, en no pocos casos, grupos afines a la CNTE han asesinado y secuestrado periodistas.
Suponer —y solo suponer— que los mandantes dan una tregua al mandatario resulta, por decirlo suave, una soberana estupidez.
¿Por qué?
Porque el mero supuesto ya propone la existencia de una guerra de los mandantes contra el mandatario.
Y si aún se insiste en la guerra y en la tregua —y para empezar por el principio—, obligan las preguntas.
Durante décadas, fue secreto a voces.
Decían la voz popular y la voz política, que la Lotería Nacional para la Asistencia Pública era “la caja chica” del PRI.
Pero si todos lo sabían y todos lo decían, hasta hoy nadie había probado y menos documentado uno de los secretos mejor guardados por la clase política mexicana.
En tres entregas del Itinerario Político —12, 15 y 16 de agosto—, probamos no solo la falsedad del “reportaje” del diario británico The Guardian —que inventó un supuesto conflicto de interés de Enrique Peña, con un particular, por el préstamo de un departamento en Miami—, sino que detrás del nuevo engaño estaba la mano de Carmen Aristegui.
En política, como en el juego de cartas, la victoria se construye a partir de habilidad. Pero en los dos casos —política y cartas—, de tanto en tanto se debe cambiar la baraja. ¿Por qué?
Por el riesgo que significan las llamadas “cartas marcadas”, que limitan las victorias y/o dan ventaja al adversario.
Suponer que Tomás Zerón renunció a la Agencia de Investigación Criminal de la PGR porque “le salió” otra chamba es suponer que los ciudadanos son idiotas, imbéciles o retrasados mentales.
El maniqueísmo es uno de los recursos discursivos de los autoritarios y radicales. El maniqueo es aquel que reduce todo al contraste entre lo bueno y lo malo.
Una de las mayores taras de la antidemocracia mexicana —en tiempos de “la presidencia imperial”—, eran los presidentes intocables. Hasta en el salinato resultaba suicida —políticamente hablando— cuestionar al presidente en turno.
Siguen las mentiras y los mentirosos en torno a Carmen Aristegui.
El pasado viernes, aquí documentamos la falsedad y la manipulación mentirosa del supuesto reportaje de la conductora Aristegui, quien acusó sin pruebas al ex líder del PRI-DF Cuauhtémoc Gutiérrez de presunto tráfico sexual con dinero público.
El 14 de abril de 2014 —poco después del supuesto reportaje de Carmen Aristegui que difamaba a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre— aquí dijimos que se trataba de otro de los deficientes trabajos periodísticos de la conductora y que, según todas las evidencias, no era más que un montaje.