LA IGNORANCIA DE LA LEY NO EXIME DE SU CUMPLIMIENTO
El 26 de diciembre del 2021 los integrantes del Cabildo de Cuernavaca fueron convocados por el entonces alcalde Francisco Antonio Villalobos Adán a una sesión urgente de Cabildo. Las oficinas del ex hotel Papagayo estaban tomadas por trabajadores e incluso les habían cortado la luz, pero el presidente municipal les planteó un escenario todavía más catastrófico si en los siguientes días
Motocicletas asesinas
“Dos sujetos a bordo de una motocicleta perpetraron el crimen y huyeron rápidamente”, esa es la frase que incluye la mayoría de las notas periodísticas que diariamente vemos en los diferentes medios de comunicación tradicionales o digitales de esta entidad. El último asesinato con estas características que conmocionó a la sociedad morelense fue el de la diputada Gabriela Marín Sánchez, y no por que fuese más importante, sino porque el sentir generalizado fue: si se atreven a hacerle eso a una integrante del Congreso, qué nos espera a los demás.
Debut y despedida de Villalobos
Cuando Francisco Antonio vio las luces rojas y azules entrar por la ventana de su habitación en el hospital donde “convalecía” de un accidente automovilístico, entendió que todo había terminado. En vano habían sido las argucias de su abogado para impedir lo inevitable: los policías entraron por él sin que nadie se opusiera. Salió al pasillo en bata y calcetines, despeinado, y permitió que le pusieran las esposas para llevárselo al Penal de Atlacholoaya.
Los presidentes municipales que le han entregado al gobierno del estado la operatividad de sus policías municipales en lo que se llama “Mando Coordinado”, piensan que con ello eluden su responsabilidad administrativa para los casos en que los elementos de la Policía –ya sea preventiva o de Tránsito- sean demandados por abusos de autoridad, sin embargo, eso es inexacto, pues al ser el Ayuntamiento quien les paga, es también responsable de los actos indebidos que cometan sus servidores públicos.
Es un hecho: por primera vez en su historia, la ciudad de Cuernavaca implementará el alcoholímetro. El programa se llamará “Conduce sin alcohol” y consistirá en la instalación de puntos de revisión (retenes) en sitios estratégicos de la capital morelense en la que personal calificado operará estos aparatos que detectan el grado de alcoholemia de quienes conducen vehículos y si no lo pasan los automotores serán remitidos a un corralón y –eventualmente- los ocupantes al juez calificador de la colonia Satélite.
Si se pudiera anunciar al estilo de los cronistas de boxeo que han hecho famosa la frase “¡hay tiro!, el enfrentamiento que inició el pasado 22 de agosto podría ser: “Lucy Lady Pistolas contra el Julio Regalado Arredondo, a doce rounds o el primero que aviente la toalla”. La senadora de la República por Morelos, Lucía Meza Guzmán y el presidente municipal de Cuautla, Rodrigo Arredondo, se están dando con todo, políticamente hablando.
La verdad es que la Fiscalía General de Morelos nunca debió aceptar la declinación de su similar del Estado de México de la puesta a disposición de los cuatro hombres acusados de participar en el homicidio del empresario Carlos Benítez y dos policías en el municipio de Cuautla, el pasado 25 de agosto. La pifia fue de los agentes mexiquenses pero la institución que quedó en ridículo fue la de Morelos, al no encontrar el mínimo indicio de responsabilidad en el atentado.
Florence Cassez vs María Luisa Villanueva
Lo más trascendente del proceso electoral interno en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el estado de Morelos, que se llevó a cabo el pasado sábado en un conocido hotel de Cuernavaca, es que hubo debate y algunos gritos, pero prevaleció la sensatez de los protagonistas. No hubo violencia como en otras entidades y eso es lo importante, lo demás, es lo de menos.