Es tiempo de que el silencio hable, grite.
Florestán
El presidente López Obrador, a quien conozco desde 1997, tiene una memoria convenientemente selectiva, los que eran sus enemigos ahora son sus amigos, y viceversa. Ayer al defender a la ministra Yasmín Esquivel, y a propósito de solo él sabe qué, soltó: