A distancia, las cosas se ven más lejos y, por eso, más pequeñas.
Florestán
Lo que siga del encuentro entre los titulares de la Suprema Corte y el oficialismo en el Congreso no evitará la muerte de la independencia judicial, pero, como sucede con el fentanilo médico en pacientes de males terminales, aminorará el dolor en la agonía.
A distancia, las cosas se ven más lejos y, por eso, más pequeñas.
Florestán
Forcejean en México dos ideas de democracia que han combatido largamente en el mundo.
Podríamos describirlas simplemente como democracia formal y democracia real. Democracia a secas y “verdadera” democracia. Democracia que descansa en las formas y democracia que va al fondo de las cosas, sin fijarse en los modales.
Atribuyen a Stalin la frase: “Un homicidio es una tragedia. Un millón de muertos es una estadística”.
Hay algo de esto último en la normalidad con la que durante tres sexenios hemos aceptado la cuenta de miles de asesinatos: 60 mil entre 2000 y 2006; 120 mil entre 2006 y 2012; 150 mil entre 2012 y 2018; 200 mil entre 2018 y 2024.
El PAN presentó ayer una acción de inconstitucionalidad contra la destructiva reforma al Poder Judicial que únicamente puede resolver la Suprema Corte de Justicia.
La ascendencia política y moral de Ifigenia Martínez en Claudia Sheinbaum fue tanta que al enterarse de su fallecimiento posteó:
“El 2 de junio voté por Ifigenia Martínez, una mujer consecuente y de convicciones. El 1 de octubre recibí la banda presidencial de sus manos. Hoy nos dejó…”.
Son 56 años en esto, un privilegio de vida.
Y a por más.
Florestán
Hay un nuevo gobierno, pero no hay un nuevo país. Es una obviedad, pero una obviedad viva, cotidiana.
La dejan ver cosas como el estado de emergencia que vive Culiacán o como la actuación del Ejército en Chiapas, disparando sobre una camioneta sospechosa de portar criminales, cuando llevaba migrantes.