DE POLÍTICA Y COSAS PEORES
Enviado por sintesis el Sáb, 2016-08-27 05:30Eglogio y Silvestrina, campesinos, fueron a vivir en la ciudad. Al cabo de poco tiempo se vieron en apuros económicos, y para no fenecer de hambre acordaron poner en práctica un recurso extremo: ella ofrecería su cuerpo a la lascivia de los hombres, por más que no tenía ninguna experiencia en ese giro. Así lo hicieron. Una noche Silvestrina salió a la calle pintada como coche y ataviada con la vestimenta que juzgó propia del oficio: falda ajustada; escote pronunciado; medias de malla; zapatos de tacón aguja; boa de plumas y bolsa de chaquira.