ex catedrático de la UAEM

Con frecuencia el Presidente usa las palabras conservador o conservadurismo para descalificar o denostar a sus adversarios, el epíteto, invariablemente no tiene destinatario especifico y lo hace de manera genérica, pero cabe preguntarse sí en un mundo volátil, donde constantemente surgen avances tecnológicos disruptivos que modifican e impactan nuestras formas de relacionarnos en los diferentes órdenes de nuestras vidas, dígase:

En pleno siglo XXI la muerte violenta en México se ha hecho trivial, ya no asombra y solo alcanza a generar un miedo soterrado, indiferente y paralizante. La muerte violenta es una estadística más, que circula todos los días por todos los medios noticiosos, a todas horas y en cualquier lugar del país. Muertes por aquí, muertes por allá, desmembrados y descabezados, aparentemente ya no asustan porque ya no hay ética ni moral.

El siglo XXI se está caracterizado por un entorno de avances científico-tecnológicos altamente disruptivos que amenazan la tranquilidad de las personas y su condición como ser humano, sumado al calentamiento global que presagian fenómenos climáticos de efectos devastadores para el homo sapiens. La amenaza de nuevos virus está latente y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania podría escalar y desatar una tercera guerra mundial o modificar la geopolítica económica mundial, estos son algunos escenarios que, sin duda, incidirán en la conformación de la sociedad del futuro.

MÉXICO ANTE LA DISYUNTIVA DE SU FUTURO