F. Bartolomé

ANTE las tropelías de la CNTE en ciudades, carreteras y vías férreas la duda no es quién se ha quejado... sino quién falta por quejarse.

LO HAN hecho los ciudadanos que ven afectada su libertad de tránsito, los turistas que no pueden llegar a los aeropuertos o viajar por carretera.

TAMBIÉN los comerciantes que pierden ventas, las empresas nacionales que se quedan sin insumos y las internacionales que tienen frenadas sus mercancías. Hasta la Iglesia ya salió a pedir una tregua.

LAS LECCIONES están ahí para quien quiera aprender de ellas. Y sin duda es todo un caso de estudio el hecho de que Donald Trump esté hoy tocando las puertas de la Casa Blanca.

A CONTRAPELO de quienes se rieron de él, de quienes minimizaron sus aspiraciones, de quienes ningunearon su potencial, el empresario amanece hoy como candidato presidencial del Partido Republicano, una nominación que, por cierto, hace meses traía en el bolsillo.

¡QUIÉN lo iba a decir! Fue el texano Ted Cruz quien terminó llevando la voz de la conciencia a la encendida Convención del Partido Republicano que ungió como candidato presidencial a Donald Trump.

A CONTRAPELO de la euforia de sus correligionarios, el senador no sólo se negó a respaldar explícitamente la candidatura del empresario, sino que hizo un llamado válido no sólo para Estados Unidos: anteponer la razón a la emoción.

LA PRUEBA de que la Ley 3 de 3 tenía que aprobarse como estaba concebida se puede ver en las declaraciones presentadas por los líderes del PRI, PAN y PRD.

LOS DATOS ahí contenidos permiten conocer mucho sobre Enrique Ochoa, Ricardo Anaya y Alejandra Barrales. Y no sólo por los montos, sino por la manera en que construyen su patrimonio.

LA PROMULGACIÓN del Sistema Nacional Anticorrupción es sin duda un paso adelante, pero ahora viene lo bueno: su aplicación en la realidad.

DE ENTRADA el presidente Enrique Peña Nieto tiene un reto grande para escoger al nuevo secretario de la Función Pública que coordinará la puesta en marcha del SNA. La credibilidad del personaje será fundamental, sobre todo después del penoso caso de Virgilio Andrade.

EN EL CASO de Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, la pregunta no es si van a caer, sino cuándo.

LA TERCIA de defenestrados gobernadores ha escogido la peor ruta para concluir sus sexenios: regodearse en el desprestigio, boicotear a sus sucesores y perder el cobijo del gobierno federal.

BIEN DICEN que el prestigio se gana con años de trabajo y se pierde en un día. Algo así podría estarle pasando al INEGI.

CUANDO se fue Eduardo Sojo hubo voces que advirtieron sobre la posibilidad de que la pérdida de autonomía ante el Ejecutivo le restara rigor al trabajo que lo caracterizaba. Y ahora su nuevo titular, Julio Alfonso Santaella, ya le puso los pelos de punta a los especialistas que estudian la desigualdad y la pobreza.

EL QUE está dando de qué hablar, en uno y otro sentido, es Enrique Ochoa Reza. Y es que, si bien
por un lado está dando pasos interesantes como líder del PRI, por el otro lado hay quienes dentro del propio partido y del gobierno nomás no acaban de comulgar con su forma de actuar.

TAL Y COMO lo prometió en su toma de posesión, el nuevo dirigente tricolor entregó personalmente en el IMCO su declaración tres de tres, a fin de que se haga pública.

LÁSTIMA que Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte andan bien rasurados, pues les convendría poner sus barbas a remojar. Al menos eso es lo que se dice en el PRI tras la llegada de Enrique Ochoa Reza.

SEGÚN ESTO, el nuevo líder tricolor trae en mente el propósito de que ninguno de esos tres gobernadores concluya su mandato, así les queden unos cuantos meses.

COMO SI no tuviera suficientes problemas en Coahuila, de nuevo Rubén Moreira tiene que deslindarse de los desfiguros de su hermano Humberto.

Y ES QUE a Humberto Moreira ahora le dio por hostigar judicialmente a periodistas y medios, como lo está haciendo con el investigador Sergio Aguayo, el conductor Pedro Ferriz y el diario Vanguardia.