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Milenio Diario

PENSÁNDOLO BIEN

El difícil arte de reconocer el mal menor

Decidir cuántos ciudadanos de un país van a morir no es solo un asunto moral sino también político. La pandemia puso contra las cuerdas a los gobiernos de todo el planeta al tener que elegir entre cuidar la salud de las personas o paralizar la economía y condenar a la pobreza a las masas. ¿Un mal mayor pero acotado a decenas de miles condenados a morir o un mal menor pero masivo al lanzar a la miseria a millones?

EL ASALTO A LA RAZÓN

Para 2028, ¿a quién se le reclamará?

Hace más de un año, en cumplimiento de una promesa de campaña, el gobierno federal se comprometió a recuperar los restos de 63 de 65 mineros que sepultó la explosión de la mina de Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006 (los cuerpos de dos fueron extraídos en junio del mismo año y enero de 2007).

En 2019, las familias llevaban 13 años de duelo, suman ahora 14 y pasarán de cuatro a ocho más para que, de prosperar la insensata búsqueda, entre 2024 y 2028 los deudos reciban lo que pudiera recuperarse.

TRASCENDIÓ

Trascendió

Que en oficinas del Poder Judicial de la Federación se comenta que analizan la posibilidad de que la audiencia en la que comparecerá Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, pueda ser seguida en tiempo real. Debido a la pandemia por covid-19 las actuaciones en juzgados se realizan a través de videoconferencia entre las partes y aquí se busca evitar que los interesados en el tema pongan en riesgo su salud y que se concentren afuera de las instalaciones judiciales. A ver.

EN PRIVADO

Ahí viene Lozoya

No sé si ingenuos o inocentes, eso ya vale madre
Florestán

La negociación con Emilio Lozoya duró semanas.

Lo detuvieron el pasado 12 de febrero al salir de un conjunto residencial en Marbella, La Zagaleta, la urbanización más exclusiva de Europa, donde vivía en la residencia de un jerarca ruso que conoció como director de Pemex.

DUDA RAZONABLE

Entumecidos frente a la tragedia

He escrito por acá más de una vez que nos hemos hecho expertos en contar nuestras tragedias. Coneval nos dice con precisión el inaceptable porcentaje de mexicanos que son pobres y los divide por carencias; el secretariado Ejecutivo nos revela cuántos mexicanos han sido asesinados por estado y ahora otro grupo lo hace cada día; sabemos cuántos ductos de combustible pinchan los delincuentes y cuántas mujeres son asesinadas cada día.

DÍA CON DÍA

Dos países y un cuento

“La realidad no es una”, titula José Woldenberg su artículo de ayer, y procede a recordar el cuento del viejo, el niño y el burro que venían caminando juntos, suscitando comentarios encontrados:

El viejo y el niño eran unos tontos, decían unos, pues iban caminando cuando el burro podía cargarlos. Se subió el viejo al burro y les pareció a otros un abuso del viejo contra el niño. El viejo subió al niño al burro y otros dijeron que abusaban los dos del burro. Se bajó el viejo del burro y entonces pensaron otros que el niño abusaba del viejo.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Tache a Tomás ‘Torturer’ Zerón

De no aparecer menos fresa con multiasesinos como el apodado El Cepillo, Tomás Zerón de Lucio carece de atributos elementales para ser considerado “torturador”.

Abrigado, se le ve dando pasos cortos con las manos en los bolsillos o haciendo señas para dar instrucciones. O cruzado de brazos y guardando siempre sana distancia de quien cualquiera de “la vieja escuela” habría molido a golpes o martirizado con descargas eléctricas y simulacros de ahogamiento.

Lo suyo lo suyo de Zerón no han sido las relaciones públicas.

EN PRIVADO

No son los medios, es la realidad

No se puede tapar la crisis con un dicho
Florestán

Así de golpe recojo algunas estadísticas del momento que vive el país, lo que nadie hubiéramos deseado y que sin duda llevará al presidente López Obrador a tomar medidas extraordinarias ante este escenario extraordinario, y mostrará su capacidad de respuesta en un presente imprevisto y un futuro peor. Y anoto:

DUDA RAZONABLE

Doctor, doctora, ¿qué hago con mi cubrebocas?

Escribí ayer que el desconfinamiento y sus intrínsecas complicaciones, aumentado por el desgaste del vocero federal, resulta en confusiones que solo traen más riesgos. Ningún ejemplo es mejor que el cubrebocas.