Algo de lo que acabó la 4T es la amabilidad.
Florestán
Ignacio Mier, dirigente morenista de la Cámara de Diputados, volvió ayer a la carga al anunciar la aprobación inminente de la reforma al Poder Judicial del presidente López Obrador.
Algo de lo que acabó la 4T es la amabilidad.
Florestán
Ignacio Mier, dirigente morenista de la Cámara de Diputados, volvió ayer a la carga al anunciar la aprobación inminente de la reforma al Poder Judicial del presidente López Obrador.
Basta leer las preguntas de las mañosas encuestas del fin de semana sobre la reforma al Poder Judicial para constatar que el oficialismo se arraiga sobre todo en la población menos informada, la que da crédito a generalizaciones y es proclive a los linchamientos públicos:
López Obrador está a un Alito de tener mayoría calificada en el Senado.
Florestán
Xóchitl Gálvez fue una candidata extraordinaria. Perdió por una avalancha oficialista pero la ola que ella construyó no fue una olita, tuvo frescura, ciudadanía, verdad y promesa.
Como candidata, fue ella misma de principio a fin, y peleó desde ahí, contra la abrumadora fabricación estatal de un discurso efectivo y contra los recursos de un gobierno activado a todo gas.
En diciembre, la ministra Norma Lucía Piña Hernández sostuvo una reunión con los magistrados Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, quienes estaban a punto de derrocar al titular del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez Mondragón.
Mayoría significa ser más, no tener por eso la razón.
Florestán
La reforma al Poder Judicial como la quiere López Obrador se ha convertido en el principal tema de discusión y preocupación en esta etapa de la transición presidencial.
¿Cuánto valen los votos en México? ¿Una persona un voto?
No.
Ciertos votantes valen más de un voto, y algunos, mucho más.
Con la peregrina idea de que “el pueblo es sabio” y “nunca se equivoca” (¿qué tal el alemán de 1933?), el presidente Andrés Manuel López Obrador supone que la elección popular de jueces, magistrados y ministros garantizará una ejemplar impartición de justicia.
El Poder Judicial “está podrido”, repitió ayer.
Dice la oposición que el 2 de junio fue una jornada para olvidar y se vuelven a equivocar. Qué más quisieran. Es para no olvidar.
Florestán