LA CRÓNICA DE HOY/ REDACCIÓN

Duelo Claudia-Ricardo
Está en marcha la madre de todas las batallas en el interior de Morena.
Se dirime en estas horas la candidatura del partido para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Es un cargo relevante en sí mismo, claro está, pero tiene una proyección vertiginosa. Desde el Palacio del Ayuntamiento se ve cerca, casi al alcance de la mano, el Palacio Nacional.
Los que ocupan el primero quieren cruzar la calle y establecerse en el segundo.

Washington-La Habana

Justamente el día en el que arranca en Washington la primera ronda de negociación del TLC, el canciller mexicano, Luis Videgaray, emprende una gira de trabajo por Cuba, con el fin, dice, de fortalecer la relación bilateral.

El viaje es un mensaje.

México negociará el TLC poniendo la economía por delante. La relación de amistad entre Luis Videgaray y Jared Kushner pasa a segundo plano.

El músculo de Ricardo

En un acto de campaña apenas disfrazado de informe de labores, el delegado en Cuauhtémoc por Morena, Ricardo Monreal, le tendió la mano al PRD.

El zacatecano, en contra de lo que usualmente dice López Obrador, pidió al PRD, como partido, no a los perredistas en lo individual, ir en coalición en el 2018.

Aunque la convocatoria era para hablar de las acciones en la delegación Cuauhtémoc, lo cierto es que en la explanada del Monumento a la Revolución había gente de todas las delegaciones y de algunos municipios del Edomex.

De candados y llaves
Los requisitos que debe cumplir el candidato presidencial del PRI encartan y descartan aspirantes. Así fue en el pasado, y así es ahora.
No hace mucho, a mediados de la década de los 90, el PRI —que presidía Santiago Oñate en tiempos de la “sana distancia”— operó para poner el candado de una década de militancia.
Al hacerlo, quedaron fuera de la competencia varios contendientes de grandes ligas, entre ellos el doctor Guillermo Ortiz Martínez, que era secretario de Hacienda.

Monreal ya se vio

La Ciudad de México necesita una sacudida. Ricardo Monreal, delegado en Cuauhtémoc, está dispuesto a dársela.

Lo hará una vez que sea electo jefe de Gobierno, cosa que el zacatecano da por descontando en el curso de su entrevista con Crónica.

Con ánimo conciliador, dice que el gobierno capitalino requiere diálogo permanente, no puede ser sectario ni monopartidista, tiene que incluir a todos.

Monreal afirma que encabeza todas las encuestas y que esto no cambiará en tres semanas. “Soy el mejor”, afirma sin sonrojarse.

A dos fuegos

A menos de un año de la elección más grande en la historia del país, la autoridad electoral recibe descalificaciones de manera reiterada.

Tirios y Troyanos se vuelven, en la coyuntura, extraños compañeros de viaje.

¿Qué tienen en común, por ejemplo, el PRI y el movimiento Ahora de Emilio Álvarez Icaza? Que ambos apuntan sus dardos al INE.

Sin permiso para callar
Lo que ocurre en Venezuela sacude a partidos políticos en México.
El gobierno de Maduro se perfiló desde hace meses para transformarse en una dictadura. La existencia de un poder Legislativo “a modo” es parte de la estrategia.
Jesús Zambrano, ex dirigente nacional del PRD, dijo que ningún partido que se diga progresista puede permanecer en silencio.

Le llaman megalomanía

López Obrador vive una fantasía delirante. Se encuentra, para usar un término que le es familiar, desaforado.

El tabasqueño supone que todo lo que ocurre en el país está conectado con su obsesión personal de ser Presidente de la República.

Por su patología política, ningún acontecimiento tiene una lógica propia. Todo ocurre para impulsar u obstaculizar su camino a Los Pinos.

El caso Tláhuac no es la excepción.

Tucán desafiante

El Partido Verde se siente fuerte en Chiapas. Todavía no se sabe si es una fortaleza real o si solo quiere destantear a la concurrencia.

Por lo pronto blofea. Dice que va con un candidato propio para la elección de gobernador del año próximo, sin tener que pedir el visto bueno del PRI.

Como para no dejar soltó dos nombres de grandes ligas que podrían abanderarlos: Cuauhtémoc Cárdenas y Julia Carabias.

¿Estarán contentos o indignados con la mención de sus nombres?