Se discute hasta el barullo la propuesta de reforma judicial del gobierno saliente, como si fuera un hecho, y hubiera que discutirlo como tal.
El Presidente añade su fuego a la hoguera de la discusión diciendo que ser juez no es muy difícil y que no se requiere mayor experiencia para serlo.
El presidente López Obrador quiere un Poder Judicial tan “popular” que los juzgadores no requieran experiencia, sino solamente licenciatura en Derecho.
“Se nos fue en la iniciativa que tienen que tener cinco años de experiencia los que puedan participar”, dijo ayer.
La incertidumbre está de moda en los analistas y en la realidad.
Focos de incertidumbre son la llamada “ventana de septiembre” en México y la elección presidencial de noviembre en Estados Unidos.
En menos de seis años han hecho perder el sentido de la decencia.
Florestán
Se da por hecho que el nuevo gobierno de México tendrá mayoría calificada en ambas cámaras (menos dos senadores).
La desventaja de los demagogos es la realidad y el tiempo.
Florestán
La victoria electoral de la llamada 4T es indiscutible pero no altera un ápice la dificultad de su herencia de gobierno.
De hecho, sólo aplaza la contradicción básica que caracterizó todo el camino al gobierno de López Obrador: malos resultados de gobierno pero popularidad estable del Presidente.
El desprecio del oficialismo por la legalidad vuelve a exhibirse, ahora en la persecución a Rodrigo de la Peza, juez noveno de distrito en materia administrativa promovida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.