Milenio Diario

El trauma pospandemia y confinamiento

El futuro ya no volverá a ser lo mismo.
Florestán

Ayer en Palacio Nacional se anunció el cronograma oficial para volver a lo que llamaron Nueva Normalidad, cuando se atraviesa el momento más crítico y letal de la pandemia que nos ha enseñado que del virus no sabemos nada, solo que llegó para quedarse, y que nos ha recordado dramáticamente la fragilidad del ser humano, ya perdido en la arrogancia y en la ausencia de los valores elementales.

Día 53: ¿por qué hacerle eso al Ejército?

En 2011, en el momento pico de la violencia durante el sexenio de Felipe Calderón, el Ejército tenía movilizados a poco más de 50 mil elementos haciendo labores de seguridad pública.

Estos se sumaban a los más de 20 mil policías federales de la Secretaría de Seguridad Pública, más una decena de miles de marinos.

Al final de su sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto había igualado las cifras de su antecesor en cuanto a movilización del Ejército en labores de seguridad.

Un gobierno sujeto a revisión constitucional

La votación contra la llamada ley Bonilla nos recuerda lo mucho que le falta juzgar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre decisiones de este gobierno.

Se diría, por la simple acumulación de fallos pendientes, que vivimos en una especie de provisionalidad constitucional. Están impugnadas ante la Corte, y ésta debe resolver si son constitucionales, las siguientes leyes recientes:

¿Otro gran crimen sin consecuencias?

Por absurdo que parezca, quienes maquinaron la extinta ley Bonilla pueden quedar impunes, por más que hayan cometido un “fraude constitucional”, según lo definió el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar.

Lástima, eso no está tipificado como delito.

Pero hay un recurso mucho más justo que un improbable “juicio político”: la persecución penal.

Trascendió

QUE el embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, participó en una megacumbre de la sociedad civil titulada El papel de los líderes religiosos para atender los múltiples retos del covid-19 en Nueva York, epicentro mundial de la pandemia, que con más de 27 mil muertos y 350 mil infectados ahora es desde hace 400 años el rostro de lo que conocemos como “globalización”.

Mejor la hubiera dejado así

Desde los extremos, el único punto de acercamiento es el centro.
Florestán

No entiendo la compulsión del presidente Andrés Manuel López Obrador de abrir nuevos frentes, y en medio de la crisis sanitaria y económica.

El viernes le preguntaron su opinión sobre las críticas que tres ex secretarios de Salud, Julio Frenk, Salomón Chertorivsky y José Narro, han hecho a su estrategia ante la pandemia y luego de descalificarlos, acusó a los médicos de mercantilistas.

Día 52: los militares ya no se irán

Cuando se creó la Guardia Nacional con, mayoritariamente, personal militar reconvertido y ante las protestas de grupos de la sociedad civil que por años han advertido de los problemas que implica militarizar la seguridad pública, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Ciudadana, respondía que dado el estado de la Policía Federal y la situación del país, ¿con quién más?

Insistía además en que si le daban unos años podría construir un cuerpo federal, civil, como el que nadie había construido en el país.

Militarizando

No recuerdo un presidente mexicano reciente que haya entregado a las fuerzas armadas más poder y más tareas de gobierno que el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre menos cosas puede resolver su gobierno, más tareas tienen las fuerzas armadas. Si hay que hacer un aeropuerto, en suplencia de otro que el gobierno destruyó, la tarea es para las fuerzas armadas.

Culpas y disculpas

Aunque por simple sentido común debe cuidarse lo que se dice, el presidente López Obrador se ufana y repite: “Siempre digo lo que pienso” porque, arguye, “mi pecho no es bodega”.

Y pese a que de vez en cuando reivindica: “Soy dueño de mi silencio”, desdeña la sabia recomendación de “no desaprovechar la oportunidad de quedarse callado”.

QUE este martes se conmemora el Día Internacional de la Enfermera justo en medio de la pandemia de coronavirus, más grave aún que el brote de la gripe española de hace más de una centuria. En México los cerca de 315 mil profesionales de la enfermería son pieza clave para afrontar lo que queda de la fase 3 y el pico máximo de contagios, si bien la UNAM calcula que se requiere del doble ante la contingencia. Un aplauso y todo nuestro reconocimiento.