Milenio Diario

Enfoque “técnico” de la abyección

Hugo López-Gatell, el epidemiólogo en cuyas manos está el diseño de la que cobra forma de cantinflesca estrategia gubernamental frente al reto del coronavirus, aplicó ayer una sorprendente variante del enfoque “técnico” en que tanto insiste como premisa clave para sortear la crisis: la abyección, al atribuir al presidente de la República poderes tan inauditos como metafísicos, que se antojan superiores a los concedidos por sus vasallos a caudillos en países donde se cultiva el repugnante culto a la personalidad.

Trascendió

Que el coronavirus también pondrá a prueba el sistema de educación superior en México, pues mientras para algunas universidades privadas será muy fácil implementar programas de enseñanza en línea, para las públicas el tema no será tan sencillo. En escuelas como el Tec de Monterrey ya tienen claro qué plataformas trabajarán, porque es parte cotidiana de la enseñanza, en tanto, en el IPN y la UNAM revisarán apenas esta semana cómo enfrentarán el reto. Suena a paradoja que una crisis sanitaria vaya a evidenciar esta brecha tecnológica.

Después de la pandemia, apunte optimista

En algún tiempo, esperemos que más pronto que tarde, la expansión del Covid-19 por el mundo cesará, los casos comenzarán a ser menos, se habrán acumulado tragedias y, uno supone, algunos triunfos para quienes actuaron bien y a tiempo.

Coronavirus: preciosos días perdidos
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México está perdiendo días preciosos al aplazar las medidas de “distanciamiento social” frente al coronavirus.

El virus, de efectos exponenciales, ha mostrado en todos los países que la reacción lenta para combatirlo es la peor de todas.

Conforme crece la pandemia, los medios se llenan de análisis de epidemiólogos y matemáticos mostrando que el coronavirus puede infectar hasta al 80% de una población dada.

Un ‘zar’ contra el coronavirus

Ante la inexistencia virtual del titular Jorge Alcocer, Hugo López-Gatell funge como secretario de Salud. Epidemiólogo de claro hablar, suena convincente y da la impresión de que domina el tema de la nueva peste.

Su perfil, sin embargo, no parece ser el adecuado porque la tarea que carga requiere de alguien avezado mucho más en infecciones y virus que en epidemias y pandemias.

Trascendió

QUE algo que pasa en el convulso mundo nuestro o algo dicho por alguna autoridad en materia de epidemias debió haber llegado a los oídos del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y del segundo de a bordo en Salud, Hugo López-Gatell, pues temprano hicieron un llamado a la calma, a no cancelar actividades y a “no precipitarse” después de la declaratoria de emergencia en Estados Unidos por el coronavirus, pero por la noche el doctor habló de “acelerar acciones” para “anticiparse” a la fase 2 por el aumento de contagios, con medidas en 24 horas. O sea, hoy.

Trascendió

QUE Napoleón Gómez Urrutia hizo valer, dicen morenistas del Senado, su “experiencia charra” y metió a la discusión de comisiones su iniciativa de outsourcing, despreciando la acordada por funcionarios federales, legisladores de todos los partidos, empresarios y gremios, echando mano de Martí Batres para dividir a la fracción y convencer a legisladores de otras, al grado que el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, dijo al representante minero que si tanta confianza tiene en su nuevo aliado, le ceda la presidencia de la Comisión de Trabajo.

Coronavirus, la pandemia que llegará

Quieren hacer de la duda permanente un hecho contundente.
Florestán

En la pandemia del coronavirus veo dos realidades: la de los países que han tomado todas las decisiones y la de México que se la lleva leve a la espera de que surjan miles de infectados lo que a decir del doctor Hugo López-Gatell, llevará de dos a tres semanas.

La pandemia, más que el desplome de los precios del petróleo el domingo por la noche, fue la que acabo de hundir los mercados y disparar las devaluaciones en todo el mundo.

Descontrol frente a lo desconocido

Desde el miércoles temprano estoy en Acapulco, en la convención anual de la Asociación de Bancos de México.

Banqueros, inversionistas, financieros, funcionarios de Hacienda, Banco de México, banca de desarrollo.

Decir que están preocupados no sería preciso, que lo están, pero es una preocupación que se combina con algo a lo que en ese sector no es común y corriente: falta de información.

Hoy el mundo sabe algunas cosas sobre la epidemia, pero no sabe muchas otras.

A solas con el virus

México será profético o catastrófico. La posición de su gobierno ante el coronavirus desafía el consenso mundial sobre la pandemia, a saber: que la situación es grave, progresiva, de alto riesgo y que debe atacarse con severas medidas preventivas.

Igual que México, los gobiernos de los países afectados por el coronavirus lo negaron en el primer brote, empezando con China, terminando con Estados Unidos.

Luego de su omisión inicial, China frenó la curva de contagio con medidas draconianas impensables para los países democráticos de Occidente.