La turba de legisladores que llamó ayer a Santiago Creel “burro”, “ignorante”, “irrespetuoso”, “cínico”, “apátrida” y “traidor” por impedir el ingreso de soldados armados al salón de sesiones están más interesados en arrastrarse ante el Ejército que en honrar a la bandera.
Calumniar, insultar, mentir, descalificar y dividir parecen conformar el verdadero y principal objetivo de Andrés Manuel López Obrador, por encima de sus programas sociales y obras emblemáticas.
Persecución política en dos casos:
La intercepción ilegal y difusión de una conversación en mayo de 2015 entre Lorenzo Córdova y Edmundo Jacobo sobre el encuentro en abril con un bribón llamado Hipólito Arriaga Pote sigue atizando los denuestos contra el INE.
El presidente López Obrador dijo ayer:
El supuesto levantón de Genaro García Luna por matones de Arturo Beltrán Leyva para ser regañado y refrendara una mutua complicidad es un embuste publicado en noviembre de 2008 en un medio anticalderonista por Ricardo Ravelo, basado en un escrito de inconformes con el entonces secretario federal de Seguridad, a quien descalificaban para encabezar un mando policiaco unificado.
Para entender mejor el juicio en NY al ex secretario mexicano de Seguridad sirven algunos antecedentes y contextos, en particular el momentum (impulso, ímpetu de un cuerpo en movimiento) estadunidense durante el gobierno del desequilibrado Donald Trump (2017-2021).
El dirigente sindical de los trabajadores del Metro en Ciudad de México, Fernando Espino, se quedó corto al decirme (El Asalto… de MILENIO tv de la semana pasada) que “166” trenes de este medio de transporte registran sobrekilometraje.
Son 189.
Pero exageró al afirmar que “125” están urgidos de rehabilitación.
Son 98.
La opinión de la Fiscalía General de la República respaldando a la capitalina, en el sentido de que Ariadna Fernanda López Díaz murió por golpes en la cabeza no es, por fortuna, vinculante.
Para la de Morelos, cuyas patólogas realizaron la necropsia, lo que motivó el deceso fue “broncoaspiración” derivada de una “intoxicación etílica”.
No es la primera vez, pero ayer, con todo y seis mil soldados de la Guardia Nacional, amaneció grafiteado un vagón del Metro en la estación Cuauhtémoc de la Línea Uno.
En los días previos habían sido detenidas (y no todas consignadas) seis personas, algunas de las cuales sortearán su proceso en libertad, acusadas de “ataque a las vías de comunicación”.