Pese a que el presidente López Obrador descalificó en diciembre la prueba PISA por suponerla “neoliberal”, el 7 de mayo pareció rectificar al prometer que México participaría en la de 2024.
¿Mintió?
Pese a que el presidente López Obrador descalificó en diciembre la prueba PISA por suponerla “neoliberal”, el 7 de mayo pareció rectificar al prometer que México participaría en la de 2024.
¿Mintió?
Son de los que creen que a la historia se entra por decreto personal.
Florestán
Sobre las elecciones del próximo domingo pende una vieja sombra, nuestra vieja conocida: la sombra de la ilegitimidad.
Penderá en particular sobre las victorias del oficialismo, pues las trampas y las ilegalidades para sesgar estas elecciones han venido del gobierno.
Pese a que la violencia marca como nunca antes las elecciones del domingo, desde Palacio todo se ve “requetebién” y se quiere disminuir el problema.
La secretaria federal de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo ayer que son 22 y no 34 los candidatos asesinados:
Ahora se ha convertido en fuente del Derecho.
Florestán
El gran dilema de la elección de junio es si el resultado será a favor de la continuidad o del cambio.
No digo “si los mexicanos elegirán la continuidad o el cambio”, porque los votos de este domingo se emitirán sobre una cancha dispareja, que lleva al menos una porción de fraude e ilegalidad en las entrañas.
El presidente López Obrador concibe así el 2 de junio:
“Va a ser muy importante, porque es más que una elección lo del domingo; es un referéndum, es un plebiscito, es una consulta. No es nada más elegir a las autoridades, elegir al partido, no, es elegir el proyecto de nación que queremos…”.
He dicho ya que voy a votar por Xóchitl Gálvez este próximo domingo, pero no sé si he dicho bien por qué.
Nombre por nombre, las listas de abajofirmantes que apoyan a Xóchitl Gálvez y a Claudia Sheinbaum pusieron a prueba mis alcances en “cultura general” que expongo ahora a la vergüenza pública.
Me encarna eso de los signos vitales. No podría vivir sin ellos.
Florestán