El duelo entre Graco y Cuauhtémoc Blanco es personal. Morelos es un estado muy chico para dos egos tan grandes. La pugna entre ambos es absurda, raya en la locura y cuesta mucho al estado y a la capital. ¿En qué terminará este conflicto?
Las encuestas lo colocan arriba y eso espanta a muchos. La fama del futbolista es la kriptonita de muchos políticos que piensan que el alcalde repetirá en el 2018 la hazaña del 2015. A pesar de su fama, no será fácil que Cuauhtémoc Blanco vuelva a ganar una elección; primero debe sacar adelante Cuernavaca y luego cumplir con los requisitos que establece la ley para ser candidato. La popularidad no lo es todo.
La guerra está declarada entre el comisionado de seguridad de Morelos y el líder de Los Rojos. Esta batalla ha provocado un baño de sangre en la entidad y expuesto la fuerza y posibles vínculos (otra vez) entre los grupos delictivos y la policía.
¿Qué está pasando en Morelos?
La carrera por la sucesión ya comenzó. Partidos, grupos y personas comenzaron a trabajar en el esquema para competir y tratar de ganar la gubernatura en el 2018. El panorama es complejo, la lucha será dura y el voto muy probablemente volverá a ser diferenciado. Como persona aventaja Cuauhtémoc, como partido va adelante Morena y como fórmula están el PAN y Bolaños.
Los malos resultados hacen dudar a los ciudadanos sobre el éxito de la estrategia de seguridad en Morelos. Hombres, mujeres y niños son víctimas de la violencia sin que las autoridades puedan detener el baño de sangre. Como si eso fuera poco, entre el coordinador del gabinete y el titular de seguridad hay mala relación y nulo entendimiento.
“Dando contestación a las amenazas, pido su colaboración para localizar a este sujeto, Santiago Mazari, conocido como El Carrete o El Señor de los Caballos… éste es el personaje que más daño le ha causado a Morelos… No vamos a descansar hasta detener a este personaje… Qué sea él el que tenga miedo de salir a las calles”
Alberto Capella, Comisionado de Seguridad de Morelos
Atacado por los políticos, pero querido por la comunidad estudiantil, Alejandro Vera ha dicho que no quiere ser candidato; insiste: soy académico, no político. Pero los ataques contra la universidad lo han convertido en un activo electoral. El rector de la UAEM podría ser candidato independiente, o de alguno de los partidos.