El presidente Enrique Peña Nieto eligió a la Casa Blanca como el foro desde el cual decirles a Donald Trump y a Hillary Clinton que su gobierno no se involucrará, opinará o fijará posición sobre los comicios en puerta en Estados Unidos.
En cambio, propuso a quien entre ellos resulte electo, un diálogo franco y abierto
sobre la relación bilateral. Además, aseguró no haber hecho comparaciones entre el aspirante del Partido Republicano y Hitler o Mussolini.