Incognitapro

Milenio Diario

EL ASALTO A LA RAZÓN

AMLO reconoce la descomposición

En vez de solicitar al Congreso estatal una explicable “licencia” para dejar el cargo, pero no sin antes despedir a sus titulares de Gobierno y Seguridad por haber encubierto el asesinato del normalista de Ayotzinapa, la gobernadora Evelyn Salgado, en cuanto supo del mentís del primer mandatario en la mañanera del lunes, tuvo el descaro de postear:

DÍA CON DÍA

Inadmisible, imperdonable

Lo que hizo la policía de Zacatecas con las muchachas que arrastraron y vejaron el 8 de marzo,es inadmisible e imperdonable.

Será también inolvidable en su poder de generar repudio y rabia contra los perpetradores. Lo sucedido puede verse en la cuenta de X de Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga).

EN PRIVADO

La próxima presidenta y Trump

 

 

Nos podrán quitar la esperanza, pero no la ilusión.

Florestán

DÍA CON DÍA

Mujeres 2016-2022

 

Cito textualmente del boletín de Coneval sobre pobreza y género en México.

· De 2016 a 2022, la jornada semanal del trabajo del hogar no remunerado fue más extensa en mujeres, con un promedio de 32 horas para ellas, en contraste, con las 14 horas observadas en los hombres.

EN PRIVADO

Entre la duda y la sospecha

 

Para el tiempo que le queda al cura en el monasterio…

Florestán

En las últimas 36 horas se registraron dos hechos de los que no me queda clara su autoría.

DÍA CON DÍA

El portazo y la sordera

La furia de los padres de Ayotzinapa dio la vuelta y ahora se vuelve contra el presidente López Obrador, quien les prometió justicia y los dejó en un limbo mayor, con menos respuestas y más dudas de las que tenían, con una nueva esperanza frustrada de que el Estado mexicano pudiera conducirlos a la verdad, y con la certidumbre renovada de que el gobierno les oculta algo que sabe, pero calla, porque no puede decirlo sin exhibir su complicidad. La de antes y la de ahora.

EN PRIVADO

Él se la parte a cualquiera

 

Si no hubiera papás, no habría psiquiatras.

Florestán

Hace muchos años, cuando los ventrílocuos nos seguían azorando, había uno, Edmundo Miller, cuyo muñeco Don Roque afirmaba que él se la partía a cualquiera.