Sin embargo, también es cierto que quien imagine estar libre de culpa —libre de la “naco-cultura”—, debe tener “muchos
desos” para lanzar el primer “¡pinche naco!”.
No es novedad que Luis Videgaray aparece como despedido en calidad de “chivo expiatorio”. Tampoco es nuevo que deba purgar culpas propias de su poderosa posición como “hombre fuerte” de Enrique Peña Nieto.
La querella
El adjetivo “naco” y su composición “¡pinche naco!” son uno de los mexicanismos más socorridos; brutal “confesión de parte” del inconfesable orgullo discriminador.
Sin embargo, también es cierto que quien imagine estar libre de culpa —libre de la “naco-cultura”—, debe tener “muchos
desos” para lanzar el primer “¡pinche naco!”.
La historia resulta increíble. Hace pocos más de tres años —en julio de 2013—, presumían al mundo su amorío político a toda prueba. Hoy —gracias a la ambición de poder— están enfrentados a muerte.
:Que el que al parecer se rehúsa a estar lejos de los reflectores es el diputado perredista Jesús Zambrano, pues luego de que dejó la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, para asumir la vicecoordinación de su grupo parlamentario, está más activo que nunca en las redes sociales.
De manera insólita, el llamado “árbitro electoral” escuchó y atendió una denuncia periodística y —¡¡¡milagro!!!— decidió convocar a comparecer al ex futbolista y alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, junto con los dueños del PSD.
¿Por qué y para qué la convocatoria?
Ante su anfitrión, Trump reiteró la bravucona pendejada del muro fronterizo.
Más allá del nacionalismo patriotero que a tantos excita en el mes que hoy empieza, el pobre idiota millonario no deja de ofender a los mexicanos (incluidos los ya gringos de tercera o décima generación) cada que parlotea.
No son un partido, son una banda.
Florestán
Como saben, el término “maniqueo” significa “tendencia a reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo”.
De igual manera, “patriotero” se vincula al “patriotismo exagerado, ostentoso y superficial, dicho con exageraciones grandilocuentes”.