18 de Julio de 2016

I.Ungida. La carrera de Alejandra Barrales sorprende. De aeromoza a sindicalista, política y ahora a dirigente nacional del PRD. Llegó, finalmente, como estaba previsto. Ofrece que recupere su papel de “partido de oposición”. Dijo que trabajará con independencia y que está convencida de que lo que se necesita para poder sortear esta etapa difícil es unidad. Que el PRD “no se colocará a la cola de nadie”, porque, sostuvo, “igual daño nos hace ser la cola de cualquier izquierda, que ser la cola de cualquier derecha”.

Ex patito feo

El PRD, que no atraviesa por su mejor momento, podría transformarse, dentro de poco, de patito feo en la chica más codiciada del baile 2018.

Y es que en la próxima elección presidencial las alianzas pueden inclinar la balanza.

Por eso ayer, en un insólito gesto de sentido común, López Obrador dijo que podría reconsiderar y permitir que Morena se alíe con el PRD, bajo ciertas condiciones.

:Que quien va a tener la primera oportunidad de demostrar que el priismo va en serio contra la corrupción es el gobernador electo de Sinaloa, Quirino Ordaz, a quien la clase empresarial de la entidad le exige investigar al actual procurador de Justicia.

I.El rico. Cómo olvidar las bellas palabras de Andrés Granier, exgobernador de Tabasco, cuando alardeaba de ser dueño de mil camisas, 300 trajes y 400 pares de zapatos. Debe estar feliz, también acumula órdenes de aprehensión. Sumó una nueva acusación penal por una presunta defraudación fiscal por más de 224 mil pesos. El pasado 20 de enero, un Juzgado de Distrito confirmó el auto de formal prisión contra Granier por el presunto desvío de dos mil 600 millones de pesos en 2012, último año de su sexenio.

De liga mayor

Tal vez sí, lo indiscutible es que López Obrador manda señales diferentes, inusitadas, al campo de juego.

La primera es que el dueño de Morena reconsidera la posibilidad de aliarse con el PRD en la campaña presidencial del 2018.