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Milenio/ Héctor Aguilar Camín

DÍA CON DÍA

La costumbre policiaca

Dediqué la semana pasada a glosar los rasgos de uno de los momentos fundadores de la brutalidad policiaca mexicana, su escuela de violencia, tortura, ilegalidad, la costumbre criminal que sigue siendo norma en la conducta de tantos representantes de la fuerza pública.

El momento fundador a que me referí, siguiendo las investigaciones del historiador Benjamin Smith, son los años setentas del siglo pasado, los años del despliegue de la primera guerra contra las drogas declarada por México, bajo la presión del gobierno de Nixon.

DÍA CON DÍA

En el túnel

Hemos entrado al túnel de la crisis económica sin haber salido del túnel de la pandemia. La crisis económica no está adelante de nosotros, sino desplegándose ya, día con día, con enorme dureza, sobre millones de mexicanos.

Los pronósticos de que el país decrecerá este año un 6 o un 8 o un 10 por ciento parecen echar hacia delante el hecho, como si el quebranto fuera a presentarse de golpe al final del año.

Es una ilusión óptica. La recesión sucede cada día, y ha empezado a marcar los días mexicanos con rigor inusitado.

DÍA CON DÍA

Nuestra violencia: La historia secreta

He dedicado la semana a uno de los momentos fundadores de la brutalidad policiaca mexicana, la escuela real, la escuela invisible, en que han sido educadas, y siguen educándose, generaciones de agentes y cuerpos policiacos.

Aquella escuela vino de la mano de la primera guerra declarada contra las drogas que hizo el gobierno de México, presionado por el gobierno de Nixon, en los años setenta del siglo pasado.

DÍA CON DÍA

Policías. La escuela invisible, 4

La escuela de la brutalidad policiaca mexicana dio un salto cuántico durante la primera guerra declarada del país contra las drogas, en los años setentas.

La violencia policiaca tolerada y premiada por el Estado mexicano, por Washington y por sus agentes en suelo mexicano, se volvió rutinaria durante la Operación Cóndor, de 1973.

DÍA CON DÍA

Policías. La escuela invisible, 3

En la escuela invisible de la brutalidad policiaca, corazón del crimen dentro del Estado, la Policía Judicial Federal, potenciada en los 1970 por la guerra contra las drogas de Nixon y por la DEA, fue el verdadero huevo de la serpiente.

En su espiral de violencia criminal amparada por las instituciones, “el crimen con charola”, la PJF de aquellos años fue un surtidor de brutalidades, tal como cuenta Benjamin T. Smith en el adelanto de su investigación sobre el tema.

DÍA CON DÍA

Policías. La escuela invisible, 2

Los inicios de la escuela de la brutalidad policiaca mexicana han sido fechados por el historiador inglés Benjamin Smith en los años 1970, cuando México, obligado por Nixon, declaró su primera guerra contra las drogas.

Entre 1969 y 1974 la Policía Judicial Federal, encargada de perseguir las drogas, creció de 200 a 700 agentes que empezaron a abatir narcotraficantes, de la mano de la DEA.

Benjamin Smith reproduce un informe del modus operandi al que había llegado la PJF en Tijuana, en 1973:

DÍA CON DÍA

Policías. La escuela invisible

El historiador Benjamin T. Smith, latinoamericanista de la Universidad de Warwick, compartió hace unos días en su cuenta de tuit un hilo espeluznante sobre el origen de la violencia policiaca mexicana, ésa que salta a las primeras planas todos los días y que parece una plaga gemela, la plaga estatal, de la violencia criminal que azota al país. (@benjamintsmith7) .

DÍA CON DÍA

Nuestra violencia

¿Cuál es la índole de la violencia que sigue sacudiendo, inconteniblemente, a México?

Hemos tenido mucho tiempo la explicación de que la violencia se disparó en nuestro país cuando el gobierno decidió declararle la guerra al narcotráfico, al crimen organizado en general.

DÍA CON DÍA

La verdadera polarización mexicana

Las últimas décadas han ido construyendo en México una polarización histórica. Vale decir: que dura ya muchos años.

No es una polarización política, de mayorías y minorías combatiendo por sus proyectos. Es una polarización cruda, pre o pospolítica, que no han podido frenar nuestros gobiernos. Me refiero a la polarización entre el México violento y el México no violento, cuya cuenta de muertos nos horroriza todos los días.

DÍA CON DÍA

Hacia Juárez y de regreso

Cada vez que el pueblo mexicano ha dejado atrás las “medias tintas”, como sugiere el Presidente que hay que hacer ahora, cada vez que se ha definido y polarizado en serio, le ha ido como en feria.