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El Financiero/ Raymundo Riva Palacio

ESTRICTAMENTE PERSONAL

El piloto está distraído

Después de más de un mes de haberse publicado la casa gris donde vivió en Houston su hijo José Ramón, el presidente Andrés Manuel López Obrador no sale de la crisis emocional que le produjo el escándalo. En todas estas semanas, su humor ha estado tan irritable, frecuentemente explosivo, que están sucediendo dos cosas en Palacio Nacional. Por un lado, para evitar que se enoje más, le están dosificando la información. Y por el otro, en muchos sentidos ha dejado de gobernar.