Se requieren más de las nueve o diez horas que le llevó al presidente López Obrador viajar de Palacio Nacional al devastado Acapulco para intentar descifrar el misterio detrás del absurdo de que viajara por tierra en tres distintos vehículos y pasara el bochorno de quedar varado en dos ocasiones.
Las crisis naturales son los hechos, las crisis políticas son las consecuencias.
Florestán
Los gobiernos de algunos de los países más inútiles que hay en materia de no producir migrantes se reunieron en Palenque para ver cómo arreglar el problema de los migrantes que producen.
Por impredecible que haya sido la súbita conversión de una tormenta tropical en huracán de magnitud catastrófica, es incomprensible que ocho horas después de que pegara en Acapulco y municipios aledaños ni el presidente López Obrador tuviera idea de los daños.
Obviedad: esta unidad transporta productos perecederos, como si la mía no.
Florestán
Que un voto contra la desaparición de 13 fideicomisos del Poder Judicial, sentido reclamo presidencial, llamó la atención en el Senado, porque defendió “la salvaguarda de derechos” de 22 mil 896 oficiales judiciales, de partes, técnicos de videograbación, de servicio, intendentes y oficiales de seguridad, así como de 11 mil 314 secretarios de tribunal y de juzgado, directores de áreas, secretarios de apoyo, administradoras regionales y actuarios, además de mil 721 jueces y magistrados, mil 211 defensores públicos y asesores jurídicos que atienden a la población de menores r
Conforme se acerca el fin del gobierno sus realidades quedan a la vista.
México termina este ciclo de transformación histórica como uno de los países más corruptos del orbe: en el lugar 126 de las 180 naciones que mide Transparencia Internacional.
Con la renuncia de los integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos cabe esperar que la irresponsable titular, Rosario Piedra Ibarra, vuelva a aprovechar que no le quede nadie por “consultar” para continuar chatarrizando y amoldando la institución a sus caprichos facciosos.
En memoria del inolvidable Gabriel Alarcón. Gracias por todo, querido amigo.