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El Regional de Morelos

SERPIENTES Y ESCALERAS

La mina de Tetlama

Hace unos días el presidente de México habló de la importancia que tienen las inversiones privadas en el crecimiento del país; de manera específica se refirió a aquellas que detonan el desarrollo, respetando el medio ambiente y remunerando bien a sus trabajadores. “Son las inversiones que queremos, que necesitamos y que impulsaremos” dijo el jefe del gobierno federal.

OBSERVADOR POLÍTICO

Protagonismo legislativo

A casi dos meses de que inicio el segundo periodo ordinario de sesiones, las cosas en el Congreso Local no pintan bien, dado las grandes y graves diferencias que se han encolerizado por rebatinga y el hambre del dinero así como del poder, no solo se mantienen sino que amenazan con prolongarse en detrimento del pueblo morelense.

SERPIENTES Y ESCALERAS

Congreso, nueva oportunidad

Se reinician las cosas en el parlamento; veremos si son capaces de retomar el camino.

El congreso local y sus integrantes están sumidos en el caos y en el descrédito; una y otra vez la 54 legislatura morelense ha dejado ver que representan un error de la democracia, que carecen de valores, de capacidad y de representatividad. Hoy están en una coyuntura: o replantean el camino y actúan diferente o se hunden de manera definitiva.

OBSERVADOR POLÍTICO

Congreso retrógrada

Lo ocurrido la madrugada de este viernes en el Congreso del Estado, evidencia el pobre y vulgar nivel de debate parlamentario que tienen nuestros diputados y diputadas, quiénes de forma constante y permanente se han dedicado a autoacusarse, señalarse y decirse sus “verdades” pero siempre, por ver que beneficio económico y político obtienen. Estos 20 hombres y mujeres que nos cuestan 23 millones de pesos cada uno al año y que al terminar su cargo serán los nuevos millonarios siguen siendo noticia pero tristemente, de manera negativa.

SERPIENTES Y ESCALERAS

Morelos es violento, no inseguro

Hay declaraciones son torpes y otras irrespetuosas. Algunas son ambas cosas.

Desde hace años Morelos vive una grave crisis de seguridad y violencia producto de estrategias fallidas, gobiernos cómplices y una clase política más preocupada por pelear el poder que en resolver los añejos conflictos del Estado. Los problemas delictivos de la entidad, empero, no tienen que ver sólo con una lucha de policías y ladrones, sino con la intervención permanente y nociva de actores de poder incapaces, insensibles y que no ayudan en nada a la sociedad.