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Milenio/ Carlos Marín

EL ASALTO A LA RAZÓN

La regó David con Calderón

Curtido en la maña de culpar a las administraciones anteriores de lo que se exhibe inseguro de enfrentar, el gobernador de Zacatecas, David Monreal, comete la imprudencia de responsabilizar a “la herencia maldita” de Felipe Calderón por la galopante narcoviolencia que azota su entidad, al tiempo que repite lo que en 2006 y los años subsecuentes hicieron los mandatarios de varios estados: clamar por la militarización de la seguridad pública estatal.

EL ASALTO A LA RAZÓN

La duda de AMLO sobre la consulta

Con argumentos caprichosos, en pos de su innecesaria ratificación, el presidente López Obrador dice que los opositores a la consulta de una ilusoria revocación son “los conservadores, que no quieren la democracia”.

El sofisma es evidente: su cargo se decidió en un ejercicio democrático incontrovertible para que gobierne seis, no tres años, y no se ha dado ninguna exigencia “ciudadana” legal para que se vaya.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Tramposo añadido a la fútil votación

Si entre los recientes derechos constitucionales de la ciudadanía (artículo 35) figura no solo la consulta popular cuyo primer ejercicio fracasó (para “enjuiciar” dizque a los ex), sino “participar en los procesos de revocación de mandato”, es pertinente advertir que se trata de algo esencialmente popular, ajeno a los partidos y a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Cárcel por dos huesos de pollo

El fiscal especial Omar Gómez Trejo insiste en la perversidad de investigar a los investigadores del caso Iguala en lugar de practicar las diligencias que resolverían el caso demostrando cuál fue el destino de Los 43 de Ayotzinapa y a los responsables de la masacre llevarlos a prisión, incluido su protegido Juan, el sanguinario Gildardo López Astudillo, El Gil de Guerreros Unidos, por cuyas mentiras nada más falta que se le premie con un pato laqueado como el que Emilio Lozoya no pudo saborear a gusto.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Se descarapela el caso Lozoya

Es tal el desaseo del caso más emblemático de corrupción, tan salpicado de mentiras y ahora envenenado con la ofensiva imprudencia culinaria del único acusado confeso, que se antoja improbable que la Fiscalía General de la República logre presentar sólidas acusaciones contra tres ex presidentes, dos ex secretarios de Estado, seis ex senadores, un ex candidato a la Presidencia y otras cinco personas, una de las cuales, la periodista Lourdes Mendoza, desenmascaró en Las Lomas la patraña del “arraigo domiciliario” de Emilio Lozoya.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Ahora contra las universidades

Frenada por jueces la persecución de 31 foristas del Conacyt que la 4T pretende encarcelar por ilusoria delincuencia organizada, el presidente López Obrador abrió el jueves otro preocupante frente contra el conocimiento yéndose sobre universidades públicas y autónomas que supone mangoneadas por “mafias” y sugiriendo rebeliones para derrocar a las autoridades académicas.

El pretexto para el gratuito ataque fue el retorno a las aulas:

EL ASALTO A LA RAZÓN

Entreabre su reja la presa política

La resolución unánime de los tres magistrados del Noveno Tribunal Colegiado ratificando el amparo de la justicia federal que ya le había concedido el juez Tercero de Distrito a Rosario Robles confirma que la ex secretaria de Desarrollo Social y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano ha sido, en buen castellano, una presa política.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Electrizante pero falsa disyuntiva

Para efectos políticos y de percepción “popular”, la propuesta de contrarreforma eléctrica es indiscutible y quienes la desaprueben serán tildados de “salinistas” frente a los “cardenistas y lopezmateístas” que la palomeen.

EL ASALTO A LA RAZÓN

No fue “alambreo”: son textos de chats

Un avezado (pero muy) en seguridad me hace notar que los diálogos entre un subcomandante policiaco y el narcotraficante Gildardo López Astudillo, El Gil, no se obtuvieron de una “intercepción telefónica” como aquí (y otros espacios) se ha sostenido, sino del celular que el homicida portaba cuando fue capturado en 2015.

O sea que al Ejército no puede imputársele omisión, porque no pudo evitar que Los 43 de Ayotzinapa fueran asesinados.