Le preguntaron a Borges unos periodistas italianos: “Dicen que usted es un genio”. Respondió: “No haga caso. Son calumnias”.
Sobre un colega al que no quería mucho: “Es muy tímido. No le faltan razones para serlo”.
Sobre otro colega: “¿Voy a perder su amistad? No voy a quedar más pobre”.