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Milenio/ Carlos Marín

EL ASALTO A LA RAZÓN

Ni cómo ayudarlos

Del gozo al pozo: antier, el lector Ernesto Marcial celebraba que fuera “un gran día para la democracia mexicana. El Instituto Nacional, el Tribunal Electoral y el INAI demostraron su importancia en evitar medidas contrarias al beneficio de nuestra querida patria. Esperemos que mantengan su existencia y su autonomía…”.

EL ASALTO A LA RAZÓN

¿En puerta una ley criadillas?

Mario Delgado tiene razón al decir que las decisiones del Tribunal Electoral que ratifican la cancelación de las candidaturas a los gobiernos de Guerrero y Michoacán, así como de la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, “es un golpe a nuestra democracia”.

Habla, obviamente, de la suya y la de sus correligionarios. De la misma que no es, ni remotamente, la que la sociedad mexicana viene construyendo con leyes e instituciones.

EL ASALTO A LA RAZÓN

La falaz “primera línea”

Detrás de la negativa a vacunar al personal sanitario de servicios particulares (clínicas, hospitales, consultorios privados y de farmacias), el gobierno federal se refugia en una gran patraña: que la totalidad del que atendió casos de covid-19 ya fue inmunizado.

EL ASALTO A LA RAZÓN

La excepción a la regla de Zaldívar

Consumado en el Congreso el atentado constitucional que dinamita la división de poderes, el ministro Arturo Zaldívar piensa excusarse de participar en el debate final en la Suprema Corte porque “todos los que tengamos un supuesto beneficio o una desventaja, por decoro, por prudencia y por pudor, no deberíamos participar en la discusión…”.

La bomba quedaría en sus pares, reprobados todos en ética y honestidad por el presidente López Obrador, quien los considera rémoras del corrupto “neoliberalismo”.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Marranadas vomitivas

Los atropellos a la legalidad que cometen las falanges lópezobradoristas en el Congreso están corroyendo instituciones clave del Estado mexicano, entre otras las encargadas de garantizar los derechos humanos, la procuración e impartición de justicia, el derecho a la información y protección de datos personales, el amparo a víctimas de la violencia, el respeto a las mujeres, el acceso a la salud, la libre competencia, la seguridad pública, las elecciones, el interés superior de la infancia y la republicana separación de poderes.

EL ASALTO A LA RAZÓN

No prosperará la sugerencia a Biden

Lo variado de los problemas internacionales impone su tratamiento de manera específica, a fin de propiciar acuerdos de aplicación viable, sobre todo ante la complejidad de las migraciones humanas, el tráfico de drogas, personas y armas; el terrorismo, la contaminación ambiental, el calentamiento planetario, la pandemia de covid-19 o la insuficiencia de vacunas.

Mezclar unos con otros confunde y no conduce a nada.

EL ASALTO A LA RAZÓN

La autocracia mata a la democracia

Con su abierta intromisión en el Poder Judicial y la necedad de hacer dueto con el titular de la Suprema Corte de Justicia, el presidente López Obrador jamás había dejado tan evidente como ahora su ignorancia de las leyes que juró respetar ni de su abismal desprecio por la institucionalidad.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Se pitorrean de la investidura

El Presidente aludió ayer a su desafuero, del que lo “sacó a flote el pueblo”, y se preguntó: “¿Cómo me voy a quedar callado cuando se trata de fabricar delitos…?”.

Dalila Escobar, de El tiempo de Coahuila, le había planteado el tema Salgado, por lo que comentó: “Sí, pero está comparando su caso con el de Félix Salgado Macedonio...

—Sí, dije: “guardadas las proporciones…” —Replicó AMLO.

La periodista quiso continuar: “¿Por qué considera usted…?”

Zaldívar no debe aceptar el fraude

Con su característico sello marrullero, el lopezobradorismo en el Congreso perfila en la Cámara de Diputados la consumación del demencial acuerdo senatorial para estirar dos años más la gestión del presidente de la Suprema Corte de Justicia que la Constitución mandata limitar a cuatro improrrogables.

Sus promotores arguyen que se trata de garantizar la aplicación de la reforma del Poder Judicial Federal impulsada por el ministro Arturo Zaldívar, cuyo silencio desde el jueves, cuando se conoció la marranada, parece confirmar que la idea no le repugna.