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Milenio Diario

EL ASALTO A LA RAZÓN

¿Dos “predilectas” de la oligarquía?

Una reportera dijo ayer al Presidente que hay denuncias contra el líder de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, porque “cuenta ya con tres años de campaña ininterrumpida, 600 anuncios espectaculares en las principales ciudades y caminos del estado de Puebla. El costo es de 40 mil pesos por mes, 24 millones que el diputado debe cubrir cada mes para promover su imagen (…), a la típica usanza de los partidos conservadores”.

EN PRIVADO

Oposición: de babia a bloque

Oiga, no sea todo lo que le dicen.

Florestán

El Frente Opositor empieza a tomar forma y fuerza, por encima de las ambiciones de los dirigentes de los partidos políticos, aunque para consolidarlo bien a bien todavía hay que superar las de Alejandro Moreno.

DÍA CON DÍA

Miserias del discurso presidencial

 

Sólo hay un mexicano por el que hay una invariable empatía en el discurso del Presidente de la República: el propio Presidente.

En esa lógica de ser él mismo el gran compadecido y el gran defendido de su discurso, no hay espacio a la duda, a la concesión de errores, a la corrección, ni a la empatía con otros que no sean los suyos.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Sigue tonificando AMLO a Xóchitl

Cuando Adán Augusto López profirió la ofensiva tontería de que los tabasqueños son “más inteligentes” que “los norteños”, a su ex jefe de jefes no le importó que a los aludidos (millones de sus gobernados) por poco les dijera estúpidos, ignorantes, ineficaces, brutos y otros antónimos de sus listos, perspicaces, ingeniosos y lúcidos paisanos.

DÍA CON DÍA

El Presidente como víctima

Hay sólo una víctima digna de atención en el discurso del presidente López Obrador: el propio presidente López Obrador.

EL ASALTO A LA RAZÓN

Las ligas que estiró Ebrard

Marcelo Ebrard está exponiendo un asunto que sabe que acarrea consecuencias y lo hace para asegurarse una posición de fuerza cuando el elector más importante defina que es Claudia.

EN PRIVADO

El tema es de empatía, no de disculpas ni de chistes

 

No, no soy yo, que soy diferente, son ustedes.

Florestán