La realidad es pródiga en símbolos. A menudo es exacta en símbolos. Que sus adversarios políticos hayan pensado en demoler la casa donde vive Xóchitl Gálvez, dice con exactitud lo que quieren: demolerla.
No derrotarla, demolerla.
La campaña levantada contra ella en las redes sociales de Morena rezuma un propósito gemelo de la demolición: el linchamiento moral.