Además de a Luz Corral, a Soledad Seáñez y a Austreberta Rentería, Villa tuvo en Canutillo a María Arreola, una cuarta mujer.
La historia de María Arreola no empieza en Canutillo pero termina ahí. María tuvo un hijo con Villa, llamado Miguel, y vivía con él, en un rancho llamado El Barranco del municipio de El Oro, dentro de Canutillo.
La cuarta campaña de vacunación contra la peste que azotó al mundo exhibirá una vez más la criminal irresponsabilidad de las autoridades sanitarias.
El paso del tiempo no se lamenta, se celebra.
Florestán
Que Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal se reunirán en un último esfuerzo por parte del zacatecano para desactivar la crisis derivada de las denuncias que ha presentado el ex canciller en torno al proceso interno de selección de futuro candidato presidencial de Morena.
Villa llevó a sus mujeres a Canutillo.
Llevó a su esposa Luz Corral, a la que había mandado fuera de México en 1915, cuando supo que venían días de derrota y violencia desesperada para él.
Desde la exclusión llaman a la inclusión.
Florestán
Ayer tuve la entrevista anual con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, con motivo de la entrega de su último paquete económico al Congreso, que abarca los proyectos de Ley de Ingresos, Presupuesto de Egresos de la Federación y previsiones para 2024.
Que mientras el ex canciller Marcelo Ebrard lanzó mensajes con diferentes significados, como que nunca será desleal a AMLO, pero hay que reponer el proceso de selección de coordinador de Morena o se va a organizar un “movimiento político nacional”, es decir, un partido, su sucesora, Alicia Bárcena, consideró que se avecinan tiempos interesantes con la elección de 2024 en la que pelearán por la Presidencia dos mujeres. Dijo también desde Chile, por cierto, que en México no hay ningún riesgo de que esté en peligro la democracia, “para nada”.
Canutillo mejoró bajo la mano militar de Villa.
Les decía a sus avecindados: “Después de andar de revolucionarios y haberles dado manos libres, es tiempo de enseñarles a ser gente honrada”.
Advirtió desde el principio que “quien cometiera el más insignificante delito contra la propiedad, sentiría el peso del castigo” (O de la Holguín: Villa en Canutillo).