La pendenciera incontinencia del presidente López Obrador sacó lo imbécil de su par ecuatoriano Daniel Noboa, responsable de la violación a la embajada mexicana, con lo que convirtió a su agresor en víctima.
Abundan adjetivos para calificar la súbita, oportuna, vehemente, civilizada, generosa condena de Beatriz Gutiérrez Müller al linchamiento de que fue víctima Xóchitl Gálvez en la persona de su hijo Juan Pablo.
Para los nacionalpopulistas, quien critica a Hugo López-Gatell es enemigo del presidente López Obrador, y por esto cometieron la estupidez de pretender que el periodista Manuel López San Martín, por hacer un merecido comentario sobre el doctor muerte, fuera impedido de participar como moderador en el debate del próximo domingo.
Ligados por las desapariciones, los padres de Los 43 y la buscadora Cecilia Flores también tienen en común la resistencia del presidente López Obrador a recibirlos.
Luego de que el Instituto Nacional y el Tribunal Electoral del Poder Judicial se lo requirieran, porque cometió la estupidez de entrometerse en el proceso que culminará el 2 de junio, y manifestar su servil y descarado apoyo al oficialismo, la otrora independiente Comisión Nacional de los Derechos Humanos patalea, pero recula:
El destrozo de uno de los portones de Palacio Nacional y el asesinato de Yanqui Kothan Gómez Peralta contextualizan el ocaso de “la estrella” testimonial de la 4T en el caso Iguala: Gildardo López Astudillo, El Gil o El Cabo Gil, quien con el pseudónimo Juan terminó decepcionando a sus patrocinadores, que le tenían reservada una orden de aprehensión por delincuencia organizada.