Luego ahí va la vida, de ausencia en ausencia.
Florestán, en memoria de mi inolvidable compadrito Rocha
Luego ahí va la vida, de ausencia en ausencia.
Florestán, en memoria de mi inolvidable compadrito Rocha
Empecemos con el elefante:
Las elecciones del Estado de México no fueron decididas, en primera instancia, por los electores, que salieron a votar poco, sino por la intervención, abierta y soterrada, del gobierno federal.
La irrebatible victoria electoral de Delfina Gómez en el Edomex y el estrepitoso fracaso en Coahuila de su compañero de viaje, Armando Guadiana, confirman que “el noble oficio de la política”, como suele definirlo el presidente López Obrador, es con frecuencia un muladar donde lo que parece “lógico” no tiene sentido.
El entrañable Ricardo Rocha se plantó el 28 de mayo de 2019 en la mañanera para descargar su consternación, porque su poderoso ex amigo lo calumnió y exhibió en una lista de imaginarios “corruptos”.
Si les sirve de algo, yo me siento igual.
Florestán
Este jueves se superó la marca de 156 mil 66 homicidios dolosos cometidos en los seis años de gobierno del presidente Enrique Peña y Andrés Manuel López Obrador culpó de este récord sangriento a todos sus antecesores desde Ernesto Zedillo, a finales del siglo.
Quizá el elefante menos esperado que se pasea por la sala de Palacio es que el gobierno, cuyo lema es “Primero los pobres”, ha enriquecido, como pocos otros gobiernos, a los ricos.
Superados los 156 mil 66 asesinatos que se cometieron en todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, al reconocer ayer que en los cuatro años y medio que lleva su gestión sumaron ya 156 mil 204, el presidente López Obrador atribuyó al pasado neoliberal y corrupto el preocupante aumento de la cifra:
Al gobierno actual le pasa con la corrupción lo que en el cuento de Monterroso: despierta de su sueño y la corrupción sigue ahí.
El mayor fraude registrado con Enrique Peña Nieto fue la estafa maestra, que investigó y denunció Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Bajo el recrudecido ataque de la 4T, la titular del Poder Judicial de la Federación, Norma Lucía Piña Hernández, habitualmente discreta, pero autodefinida “frontal y directa”, puso el dedo en la llaga… del populismo: