Hace mucho tiempo que el narcotráfico es el origen, pero no la causa mayor de la violencia y de la inseguridad en México.
Todo nace del narco, pero no todo vuelve a él.
Desde que se puso en práctica la estrategia de cazar capos y descabezar cárteles, en la primera década del siglo, hubo consecuencias no buscadas.
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El 28 de abril de 2019, durante una entrega de uniformes en la explanada de la demarcación, la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, declaró:
A la ficción política la está matando la realidad.
Florestán
No hay nada que discutir en la preocupación por el fentanilo que domina en estos días la visión estadunidense sobre el narcotráfico mexicano.
Las casas encuestadoras han creado la impresión de que las elecciones mexiquenses están decididas, por amplio margen, en favor de Morena.
Se oye en los anuncios de campaña: “Las encuestas lo dicen. Delfina gobernadora”.
Dos prominentes machuchonas del cuatroteísmo poseen departamentos en City Towers, el emblemático desarrollo del “cártel inmobiliario” que inventó la Fiscalía capitalina para minar al Partido Acción Nacional y sus aliados de la oposición, pero sobre todo entorpecer la carrera del alcalde en Benito Juárez, Santiago Taboada, resuelto a suceder a Claudia Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México en las elecciones del 24.
No, no tengo que imaginarlo, solo recordarlo. Ya lo viví.
Florestán
No hay cifras que demuestren que los pobres han disminuido en el país. Hay, en cambio, cifras de que los ricos son más ricos.
Aunque matizó lo que pareció amenaza, el coordinador morenista en el Senado, Ricardo Monreal, atizó la guerra de la 4T contra el Poder Judicial al recordar que el Congreso está facultado para someter a juicio político a los ministros de la Suprema Corte.