En una semana López Obrador entregará la banda presidencial a su sucesora, Claudia Sheinbaum, habiendo dejado todo, como creyó hacerlo el dictador español Francisco Franco, “atado y bien atado”.
La Presidencia se la entregará a Sheinbaum luego de haberla dejado atada y bien atada con una dirigencia nacional de Morena cien por ciento obradorista.