Incognitapro

Isaías Alanís

LA CONTEMPLACIÓN DEL VACÍO

Salgo de mi casa camino hacia el centro que está a cincuenta metros y el aire me cubre los ojos y un rumor a sobresalto me irisa la piel y allá arriba –lo que por categoría lingüística así lo llamamos- el cielo asoma sobra la copa de un viejo árbol amigo un par de nubes que apuntan sus tentáculos blancos hacia el oriente o hacia donde creo se ubica uno de los puntos cardinales que nos sitúan medianamente en el planeta que gira y rueda y da tumbos como una bola de baloncesto lo extraño es que no veo la silueta de cantera y piedra cubierta de argamasa luciente y a esta hora mordida por los ra