Los restos sanguíneos hallados en la finca, dice la FGR, han sido “determinados con toda precisión por las unidades periciales federales y corresponden al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa”, y son compatibles con “el tiempo en que la Fiscalía tiene establecido el momento del homicidio, el cual ocurrió muchas horas antes del video de una gasolinera difundido localmente”, se dice en el comunicado. A través de su abogado, El Mayo informó en aquellos primeros días tras su detención de que su secuestro se produjo cuando acudió a una cita con el doctor Cuén y el gobernador del Estado, Rubén Rocha. “Cuén era amigo mío desde hacía mucho tiempo”, aseguró el Capo en la carta del 10 de agosto.
La Fiscalía ha comunicado también que en la batea del vehículo que se “utilizó en el montaje de la gasolinera se encontró sangre humana que corresponde a Rodolfo C., actualmente desaparecido y que fue referido como integrante del equipo de seguridad de Ismael Z”, El Mayo. Además, el Ministerio Público tiene en su poder un video “claro y preciso”, añaden, con la confesión del chofer de Cuén, en el que niega sus declaraciones previas sobre los momentos de desaparición y muerte del doctor. Con base en todo ello, la Fiscalía presentará en los próximos días ante “un juez alternativo” las pruebas obtenidas mediante las cuales se pretende determinar las “presuntas responsabilidades penales y administrativas” de policías, peritos y personal de la Fiscalía de Sinaloa, “que ya han sido investigados exhaustivamente” en relación con la muerte de Cuén. El juez alternativo se justifica, según la FGR, en “el rechazo” del actual juez federal de Culiacán para detener a los responsables del citado montaje.
El secuestro de El Mayo Zambada, supuestamente traicionado por los hijos de El Chapo Guzmán, su compadre y antiguo socio en el liderazgo del cartel de Sinaloa, supuso un fenomenal rompecabezas en los primeros días tras ser detenido en El Paso (Texas), una vez que la avioneta en la que fue secuestrado aterrizó al otro lado de la frontera estadounidense. El Gobierno mexicano acusó falta de información sobre la verdad de lo sucedido por parte del gobierno estadounidense, a quien todavía hoy, ya bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, se le reclaman datos precisos.
El asesinato de Cuén también estuvo envuelto en una maraña de investigaciones policiales que ahora vienen a dar la razón al capo de Sinaloa. De aquella cita en la citada finca se excluyó el gobernador Rocha, quien ha afirmado que en ese momento estaba en Los Ángeles. El gobernador ha asegurado que entregó a la Fiscalía las pruebas de su ausencia en aquel encuentro privado con Cuén y El Mayo, supuestamente documentos de Migración donde se registran datos de su viaje privado a Estados Unidos aquel día y documentos de la oficina de Aduanas de Estados Unidos con sello oficial.
El narcotraficante, de 76 años, está actualmente encarcelado en Nueva York y el pasado viernes compareció ante el juez en una primera audiencia. Apareció sonriente, cojeando y rodeado de fuertes medidas de seguridad. Su caso lo lleva el juez Brian Cogan, quien ya sentenció a El Chapo Guzmán en su día. En la vista, de apenas 15 minutos, el capo llevaba el uniforme carcelario y no pronunció palabra, se limitó a seguir el proceso mediante un audífono. Está previsto que comparezca de nuevo el 15 de enero. No había pisado una cárcel en las cinco décadas de su trayectoria criminal. Su detención desató en las semanas posteriores una extraordinaria ola de violencia en Sinaloa que todavía no ha dado a su fin.