Anuncian relevo en Morena Morelos
- Abucheos y exigencia de renuncia de Ulises Bravo marcaron la reunión de la dirigencia nacional con la militancia del estado.
- Asamblea en Morelos aprueba decálogo para funcionarios morenistas y respalda a Luisa María Alcalde.
- La reunión en el parque Alameda sirvió para evidencias la ruptura entre los grupos internos del partido.
- Encuestas y tómbolas servirán para definir a los candidatos y se privilegiará la unidad aseguró la dirigente nacional.
Aunque la dirigencia nacional buscó establecer un equilibrio entre las fuerzas internas del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Morelos, a la hora buena quedó claro que quien hoy ocupa la dirigencia estatal en carácter de delegado en funciones de presidente, Ulises Bravo Molina, hermano del exgobernador Cuauhtémoc Blanco, ha perdido totalmente su fuerza, los abucheos, los “no, no, no”, y los “fuera, fuera” que le acompañaron durante su breve mensaje en la asamblea informativa.
Luisa María Alcalde, presidenta; Carolina Rangel Gracida, secretaria General; y Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización, del Comité Ejecutivo Nacional de Morena llegaron a la cita en la Alameda de la Solidaridad de Cuernavaca cuando ya estaba llena. En la agenda se había planteado que los morelenses que dieran la bienvenida fuera un equilibrio más o menos protocolario de los grupos internos, primero la presidenta del Consejo Estatal de Morena, Mirsa Berenice Suárez Maldonado; luego el dirigente en funciones, Ulises Bravo; y al final de las bienvenidas, los dos senadores, Juanita Guerra Mena y Víctor Mercado Salgado.
Mirsa Berenice Suárez, hoy presidenta del sistema DIF Morelos, dio la bienvenida y comprometió el trabajo de las bases de Morena a favor del movimiento; una intervención sencilla y muy aplaudida por la asamblea que acompañó el final con la porra obvia “Morena, Morena, Morena”.
El alegre entusiasmo se convirtió en vigorizada ira cuando en el sonido se anunció que hablaría Ulises Bravo Molina, quien (como para echarle más sal a la llaga abierta de las bases fue presentado como “presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Morena en Morelos”. No habían terminado de decir su nombre y aquello ya era un confuso coro de abucheos, gritos de repudio, que duraron los poco más de cuatro minutos de su discurso, casi inaudible en medio de la espontánea manifestación del ya antiguo reclamo.
Algunas militantes intentaron superar la valla para gritarle más de cerca al hermano del exgobernador, hoy diputado federal, Cuauhtémoc Blanco; fueron contenidas con la instrucción de regresar a sus asientos.
En medio de los abucheos, Ulises Bravo se dirigió sólo a los empoderados políticos que estaban en el presídium, lo que no le resultaba un escenario extraño, tampoco los abucheos que ha padecido de la militancia por más de dos años. “Tengo entendido que este era, éste se trata de un evento de acercamiento con la militancia. Y lo que se supone que teníamos que demostrar el día de hoy, es que tenemos una militancia fuerte, una militancia unida”, regañó mientras el rechazo a su figura iba in crescendo en el público. “Tenemos a la primer (sic) gobernadora en la historia de este estado, para la cual sé que muchos de ustedes trabajan y me da gusto por ellos”, acusó con una sonrisa burlona. “No es el motivo de estar aquí generar discordia y generar desacuerdo”, aseguró al deslindarse de “algunas inconformidades” que generó el proceso electoral pasado. Al ver que no habría condiciones para continuar con un mayor discurso, Bravo Molina se despidió “saludándolos de nueva cuenta, con mucho gusto, y decirles que Ulises Bravo hay para rato y estoy a sus órdenes”.
Tocó a la senadora, Juanita Guerra, quien a gritos llamó a la unidad del partido y a levantar la voz en los tiempos en que se den los procesos internos del partido, “pero con trabajo”.
Víctor Mercado Salgado, también senador, aseguró en su turno que a la asamblea la convocó la unidad y el compromiso con la transformación del país. Colaborador de varios gobiernos anteriores, incluido el de Cuauhtémoc Blanco, Mercado Salgado censuró el olvido en que tuvieron a la sociedad “los gobiernos que se dedicaron a saquear el país, que menos les importaba el bienestar del pueblo… atrás han quedado aquellos años durante lo que más importaba era el amor por el dinero y la ambición personal… aquellos gobiernos corruptos e injustos”, así lo dijo.
Vino el turno de Carolina Rangel Gracida, que hizo una exposición sobre la integración del Comité Ejecutivo Nacional y adelantó que durante noviembre se renovarán las carteras vacantes de los comités ejecutivos estatales conforme a una convocatoria que será publicada muy pronto; y también presentó y sometió a voto por viva voz el decálogo de los servidores públicos de Morena.
Proyectaron un video que sirvió para calmar un poco los ánimos, y llegó la intervención de Luisa María Alcalde Luján, quien aseguró que el proyecto de Morena es recuperar la operación electoral y el proyecto partidista de Andrés Manuel López Obrador, que implica el trabajo permanente desde las bases para transformar la realidad del país.
Llamó a la unidad, “si no cuidamos a Morena, si nos dedicamos a pelearnos entre nosotros mismos, y no vemos que el que quiere bloquear la transformación está allá enfrente… nos vamos a equivocar… más allá de las responsabilidades, de la coyuntura electoral… está el proyecto nacional y la gente no tiene otra alternativa”.
Expuso que los morenistas deben tener miras altas y construir un partido para las próximas generaciones. Para ello, expuso, es necesario volver al origen y recorrer los pueblos y ciudades, crear comités seccionales en todo el país, afiliación masiva, vigilar que los gobiernos no se desvinculen de los principios del partido.
Señaló también que se privilegiará la unidad en el partido, “todos somos valiosos”, dijo; el partido no será un partido de estado; y se garantizarán procesos claros de selección de candidatos, para los que se institucionalizarán las encuestas y las tómbolas.
Luego anunció que habrá cambio en la dirigencia estatal del partido en Morelos, y hasta adelantó el método de selección “¿Quién va a decidir eso? Pues las consejeras y los consejeros de Morena a través del voto secreto. Y seguramente van a elegir a alguien que nos va a ayudar en estas tareas… porque no se trata de tener un comité ejecutivo estatal que quién sabe qué cosas ande haciendo”. Y aseguró que los morenistas tienen tanto trabajo por delante que “no tendremos tiempo de estar peleando”.
Como anécdota, casi al concluir el acto, cuando senadores y diputados federales firmaban el decálogo recién presentado, el fuerte viento estuvo a punto de tirar la mampara alusiva a la asamblea, lo que para algunos malpensados fue un presagio sobre el futuro de la actual dirigencia local. La mampara también tuvo que ser sostenida por menos de una decena de personas para que el acto pudiera concluir sin mayores sobresaltos.
Luisa Maria Alcalde, presidenta de MORENA, señaló que privilegiará la unidad en el partido, llamó a la unidad y pidió a los morenistas tener miras altas y construir un partido para las próximas generaciones. Foto: Cortesía
La mampara cede ante el fuerte viento al término de la asamblea informativa encabezada por Luisa Maria Alcalde, presidenta de MORENA, y el Secretario de Organización Andrés «Andy» López Obrador. Foto: Rafael Bahena