En el PRI, todos pierden
No hay manera de que la imagen del PRI quede a salvo. Alguien encendió el ventilador y ahora todos quedaron salpicados. Hoy mismo se espera que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, sea despojado de sus derechos como miembro del partido e inicie la carrera para su expulsión de las filas del tricolor ante los señalamientos que lo acusan de haberse enriquecido de manera ilegal durante su mandato. El problema es que el encargado de encabezar el ajusticiamiento partidista de Duarte, Enrique Ochoa Reza, ayer fue señalado de haber recibido una liquidación de la Comisión Federal de Electricidad, pese a que no fue despedido, sino que renunció al cargo para buscar la presidencia de su partido, como él mismo lo expresa en su carta de renuncia dirigida al presidente. Aunque ayer mismo salió a explicar que no es el único en haber recibido esa liquidación, sino que los anteriores directores de la CFE también obtuvieron ese beneficio, que asegura además que es legal, el golpe fue dado. Priístas nos comentan que independientemente del lugar donde haya salido el obús contra Ochoa, la imagen que se envía no es la de un partido luchando por la corrupción, sino por ver quién de los que están en el PRI es el que menos ha cedido a cometer actos ilegales, o a recibir prebendas. Todos pierden, dicen.
Y ¿dónde está Borge?
Ayer durante la toma de posesión del nuevo gobernador de Quintana Roo hubo de todo, lo único que faltó fue ¡el gobernador saliente! Nos dicen que el momento emotivo llegó cuando el recién investido gobernador, Carlos Joaquín, recordó a su padre, Nassim Joaquín, y mencionó que siempre decía que el trabajo es la única forma de ennoblecer la conducta cotidiana del ser humano. El político literalmente se quebró y se le salieron las lágrimas. Los asistentes sintieron el momento, se pusieron de pie y aplaudieron. También hubo abucheo, este llegó cuando fueron nombrados el ex gobernador Félix González Canto y la diputada federal priísta Arlet Mólgora. Pero lo único que faltó fue la asistencia del mandatario saliente, Roberto Borge. Don Roberto, dicen algunos cercanos, partió del aeropuerto de Chetumal el sábado a las 19:00 horas. ¿Será que don Roberto adelantó unas cuantas horas sus vacaciones? ¿Será que teme algo?
Le incumplen a Vázquez Mota
El PAN del Estado de México decidió el sábado pasado ir en alianza con otros partidos en la elección de 2017, pero no que el CEN de Ricardo Anaya realice una designación directa del candidato o candidata a la gubernatura para el 2018, nos explican. Esta decisión de que no se realice una designación directa encendió las alarmas. Nos cuentan que hay molestia en el grupo de Josefina Vázquez Mota porque un acuerdo inicial con la dirigencia de Anaya era que fuera elegida por designación, y no en una contienda interna. Aunque los tiempos, nos dicen en el CEN, todavía dan para optar por el método de la designación directa, una vez que se decida ir en alianza con otro partido, simpatizantes de doña Josefina consideran que se rompió el acuerdo y por ello hay malestar. El dato más fuerte, señalan, es que pareciera que en el comité estatal manda una mano oscura que le hizo pasar este mal trago a los panistas afines a Vázquez Mota.
Partido Verde, violencia intrafamiliar
Varios legisladores del Partido Verde Ecologista (PVEM), incluyendo a algunos líderes, comentan que les molesta y les preocupa mucho la soberbia con la que se conducen varios de los miembros del gabinete. Aseguran que para ser atendidos deben insistir y estar dispuestos a ser atendidos a la hora que los funcionarios federales determinen. El hecho, dicen, les causa confusión, pues consideran que al parecer en el gobierno no tienen claro que se trata de una fuerza política aliada, cuya contribución los tiene en el poder. Dicen que si así tratan a sus “aliados”, no quisieran saber cómo tratan a sus opositores. Este mal trato, aunado a la mala calificación que aseguran tiene el actual gobierno por parte de los ciudadanos algunos miembros del partido, tanto de la bancada que comanda el diputado Jesús Sesma en San Lázaro, como de la que coordina Carlos Puente en el Senado, comienzan a sentirse excluidos y a cuestionarse si es momento de caminar por su lado. Un problema de maltrato dentro de la propia familia.
**En la imagen Javier Duarte