1. Despegue histórico. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se posiciona en el G20 como una líder con visión global, llevando a la cumbre una agenda que prioriza el desarrollo para combatir la pobreza y frenar la migración. Su enfoque en la inversión para la paz y el “no” a los conflictos es un mensaje necesario para un mundo polarizado. Su participación en plenarias y reuniones bilaterales reforzará a México como un actor clave en la diplomacia internacional. Sheinbaum está decidida a demostrar que su liderazgo trasciende fronteras, proyectando a una nación comprometida con soluciones integrales y sostenibles. Seamos testigos.
2. Justicia eficaz. Libia Dennise García Muñoz Ledo, gobernadora de Guanajuato desde el 26 de septiembre pasado, demuestra que su estrategia no es discurso, sino acción. La detención de una banda de extorsionadores en Salamanca, vinculada a procesos con prisión preventiva, es un golpe certero contra la delincuencia. Aunque algunos señalan la falta de una policía municipal, el Mando Único bajo su gestión no sólo opera, sino que también da resultados palpables. José Pedro “N”, Juan Carlos “N” y demás integrantes de la banda aprenderán que en el Guanajuato de Libia Dennise no hay lugar para abusar de los más vulnerables. La mandataria guanajuatense no titubea.
3. T-MEC en jaque. Danielle Smith, primera ministra de Alberta, se unió a Doug Ford, primer ministro de Ontario, quien propuso excluir a México del T-MEC por su supuesta laxitud ante productos chinos, y olvidando que fue México quien defendió la inclusión de Canadá en el acuerdo comercial. Así de desagradecidos. Mientras tanto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y el canciller Juan Ramón de la Fuente enfrentan una tormenta diplomática. Ebrard, con su experiencia en negociaciones internacionales, deberá desplegar su habilidad para mantener a México en el acuerdo, y De la Fuente calmará las aguas. Hay confianza total.
4. Confianza ausente. En Culiacán, Sinaloa, 99 policías municipales prefirieron renunciar antes que enfrentar los exámenes de control y confianza. El secretario de Seguridad Pública, Gerardo Mérida Sánchez, anunció con firmeza que quienes no cumplan serán dados de baja. ¿Qué tan difícil es rendir cuentas en un estado donde la confianza en las fuerzas del orden ya es un recurso escaso? Es momento de sumarse a los esfuerzos de su gobernador, Rubén Rocha Moya, y no de darle la espalda. Mientras los uniforms rehúyen la evaluación, la ciudadanía se queda con la duda sobre quiénes en realidad son los encargados de “protegerlos”.
5. Trampa legal. Las reformas a la Ley de Protección Animal suenan prometedoras, pero para organizaciones como ARPA, liderada por Lourdes Jiménez Mora, la letra pequeña deja mucho que desear. Mientras se presume un avance contra el maltrato animal, conceptos ambiguos abren la puerta a interpretaciones cómodas para los explotadores. La homologación estatal parece una utopía si el texto mismo es una trampa. Los animales siguen siendo víctimas de leyes “sin dientes”, mientras el compromiso real con su bienestar queda en segundo plano. La integridad animal no es negociable, pero la legislación parece no entenderlo. Sean serios.