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OPINIÓN DE LUIS R. AVELEYRA

POBRE VERACRUZ, TAN LEJOS DE DIOS…

Luis R. Aveleyra

 

                                               Flotar no es gobernar

Jesús Reyes Heroles

 

Es de dar risa la penalización impuesta al gobernador de Veracruz, Xavier Duarte y de Ochoa por parte de su partido, el PRI, al suspenderle sus derechos como militante.

¡Ay nanita!, como  amenaza de pena de excomunión por parte de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana debió caerle al desgobernador tal medida y, como las llamadas a misa o las mentadas, cada quien va o no según quiera, supongo que eso no le va a quitar el sueño pues sigue tan campante, orondo y lirondo.

Desde luego el desaseo, la incuria política, la prevaricación y las más burdas formas de corrupción, maldad e infamia, se dieron en el maravilloso y prócer estado de Veracruz.  Tierra de contrastes lo mismo fue la cuna de Antonio López de Santa Anna que de Sebastián Lerdo de Tejada. Entidad con gran raigambre liberal, cuna de grandes mexicanos, como Heriberto Jara, Jesús Reyes Heroles, de Miguel Alemán Valdés, así como uno de los pocos presidentes honrados que ha tenido México: don Adolfo Ruiz Cortines.

Xavier Duarte y de Ochoa es producto de la nueva generación de personas que lejos de aspirar a ser políticos verdaderos se dedicaron a la política como negocio, como prebenda, con inconfesables mescolanzas de intereses que, lejos de ejercer el ars gobernandi han llevado al país a la situación de lo imposible.

Es decepcionante que el PRI haya actuado apenas. Con el arribo del PAN en la decena de años que gobernó, los estados quedaron en manos de los gobernadores quienes dejaron de ser controlados desde el centro.

La antigua sentencia de Reyes Heroles se cumplió:

“Los escollos que habrá que vencer no se nos ocultan: un cacicazgo que a pesar de todo perdura, sea cual fuere su naturaleza, primitiva o sofisticada; una ambigüedad entre función pública y negocio privado; un exceso de poder; una administración pública mandarinesca que pone trámite sobre trámite, albarda sobre aparejo, que enmaraña y empapela procesos, reserva decisiones intrascendentes y produce laberintos con aparatos paralelos; una burocracia de abejas con horror a la responsabilidad, que no queremos que, desbordando sus límites, se sirva de sus fuerzas, levante su propio poder, alimentado por su posibilidad de nombramientos y prebendas, por la fuerza de las rutinas, que podría burocratizar la política misma; una deshonestidad que aparece en un cuerpo extremadamente poroso y sediento. Constituyen vicios que se oponen al fortalecimiento del federalismo mexicano…”

 

 

 

Ahí están, claras como el agua: las omisiones, así como la ausencia de gobierno, pero sobre todo la falta de respeto al pueblo, el escarnio que sobre él recae. Por eso pasó esto en Veracruz, pues los focos rojos no se encendieron ahora, estaban encendidos desde hace años,  se preveía, se decía, los resultados de las auditorías, todo era visible. El señor Xavier Duarte no es una persona apta para el gobierno, hace tres años se pudo haber previsto esta crisis, pero como todo, para el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, cuyo lema es laissez faire, laissez passer, aquí no pasa nada, pues ahí está la consecuencia.

Cuando no hay voluntad para gobernar la desesperanza abunda. Para muestra un botón. La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, fue tomada en serio hasta un mes y medio, después, en el momento  que el problema rebasó las fronteras nacionales y más de 500 mil personas se manifestaron en la Plaza de la Constitución, entonces le pidieron al gobernador Ángel Aguirre que dejara el puesto.

Para qué lacerar al amable público lector con la retahíla de pifias, contradicciones, experimentos fallidos y ocurrencias de este errático gobierno, si son conocidas y ampliamente criticadas.

Lo que es verdaderamente irrisorio, ridículo, torpe, es que el PRI juegue un papel de “patiño” a modo para encauzar quejas contra alguien cuya falta de calidad moral está fuera de toda duda, porque entonces debía comenzar a juzgar no sólo a gobernadores, sino a Secretarios de Estado que actualmente están en funciones por los negocios y la colusión de intereses que se dice realizan; debía enjuiciar el exorbitante, injusto y escandaloso gasto en el INE, reducir el desproporcionado número de Comisiones en el Congreso Federal, así como el número de legisladores que viven del Presupuesto en un país con tantas carencias, debería entender un poco más a la sociedad en la que aparenta querer desenvolverse.

Incongruencia, falta de sabiduría y tacto políticos, son el común denominador de este gobierno, así como del Presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, y no porque Xavier Duarte merezca ser exonerado, sino porque no hubo lo que antes sí existía: previsión política, visión de Estado. Comparto con el amable público lector tres escenarios:

  1. El Gobernador Xavier Duarte es expuesto a las horcas caudinas, lo hacen pedir licencia, enjuician y  encarcelan. Desesperado y torpe como es, canta y dice dónde quedó la bolita del dinero, lo publica en medios internacionales y se arma otra tremolina de proporciones insospechadas para el grupo en el poder

 

  1. Como es la costumbre de este gobierno, nadie hace nada hasta que los problemas se convierten en crisis, dejan que el estado de Veracruz se siga desangrando, permiten a Miguel Ángel Yunes crucificar a Fidel Herrera Beltrán y a Xavier Duarte, ¿habrá lógica en todo ello?, ¿será tan dañino lo primero como lo segundo? No será el PAN el que gane, mucho menos el PRI

 

  1. A lo mejor nos están engañando con la verdad: se pactó la entrega de Veracruz, como hace 25 años se cedió Guanajuato. Aquella vez porque Carlos Salinas de Gortari necesitaba la aprobación y voto del PAN en el Congreso para el TLC, ahora, porque probablemente sea parte del juego de la sucesión presidencial en una inaudita pero probable candidatura conjunta PAN – PRI en favor del actual Secretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña.

 

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