El 15 de abril de 2019, la Catedral de Notre Dame sufrió un grave incendio que provocó daños importantes en el tejado y derribó la aguja de la torre principal. La catedral de Nuestra Señora es de estilo gótico y es la más famosa de París construida entre los años 1163 y 1245. Tiene 800 años de historia y en ella se corono Napoleón Bonaparte.
El pasado sábado 07 de diciembre de este año de 2024 abrió sus puertas al mundo mandando la señal, que con la cooperación de más de 20 países, es y fue posible su restauración la cual se hizo ante 40
líderes mundiales. El mensaje que conlleva este acontecimiento, como lo expresara el Papa Francisco es de Renovación, de renacimiento.
En estos días aciagos que asolan al mundo y, especialmente, a nuestro querido México con tanta violencia e inseguridad se suma la infausta llegada de Donald Trump a la presidencia de nuestro vecino país del norte.
Pareciera un ave de mal agüero a quienes muchos mexicanos les despierta un dejo de esperanza y lo ven como el salvador para combatir con dureza a los narcotraficantes y, a otros, les genera preocupación lo alocado de sus declaraciones que ven en ellas serias amenazas hacia nuestro país.
Así como fue posible la renovación de la catedral de Nuestra Señora, monumento arquitectónico que para el mundo católico fue construida en honor a la Virgen María, nuestro país requiere de una gran renovación con inclusión y unidad y, no, con arrogancia de poder ni con improvisación y exclusión.
Necesitamos todos renovarnos para poder renacer en lo individual, renovar nuestra comunidad para vivir mejor y renovar a nuestro país para su grandeza.