¿Por qué marcha la gente en Morelos?
Hay muchas razones por las cuales la gente se manifiesta. En Morelos las causas principales son la violencia y la inseguridad, la crisis económica y el desempleo. Ahora hay un nuevo motivo para salir a las calles: aplaudir a Graco.
Aquella mañana en su toma de protesta como gobernador en la plaza de armas de Cuernavaca, frente al palacio de gobierno que rebautizó como Casa Morelos, Graco Ramírez alzó la voz y prometió muchas cosas: seguridad, empleo, desarrollo, estabilidad, diálogo consensos y sobre todo, paz. No habrá más marchas en las calles ni carreteras tomadas, dijo, porque ahora hay un gobierno que escucha y que atiende, que solucionará los problemas y estará del lado de la gente. Tres años más tarde la realidad es distinta.
A lo largo de los 42 meses que Graco Ramírez lleva al frente de la administración estatal hemos visto muchas manifestaciones, tomas carreteras, plantones y actos de resistencia social. Nunca antes en la historia del estado, ni con Carrillo Olea, Morelos estuvo envuelto tanto tiempo en tantos conflictos de todo tipo. En la época del general priísta hubo un auge de las inversiones, pero también detonó una crisis de inseguridad con un sinnúmero de secuestros. Hoy la violencia es mayor a la de aquella época y la inconformidad social rebasa cualquier antecedente, pero igual que en aquel entonces no se quiere reconocer.
Lo que vivimos hoy en Morelos es histórico desde muchos ángulos. Hoy la iglesia católica (y otras religiones más) han mostrado públicamente su descontento con el actuar de las autoridades, han sido víctimas directas de la delincuencia y se manifiestan abiertamente contra la forma de ejercer el poder del gobernador. Nunca antes la grey católica fijo una postura tan dura al respecto, ni sus integrantes fueron perseguidos como hoy lo son por el gobierno de nueva visión.
También la universidad del estado ha mostrado un rostro que nunca antes habíamos visto. Por primera vez en la historia la UAEM y su titular se han confrontado directamente con el ejecutivo, han exigido que se someta a escrutinio el actuar del gobierno y han pedido públicamente la remoción del gobernador. Como los católicos, también los universitarios viven momentos aciagos, muchos alumnos y catedráticos han sufrido en carne propia los efectos de la inseguridad y en el caso de rector, él mismo ha acusado a la Fiscalía, es decir, al gobierno de Graco Ramírez, de intentar asesinar a sus hijas.
Igual que la iglesia y la universidad, muchos sectores de la población han tomado las calles para exigir ser escuchados. Los médicos hicieron lo propio hace algunos meses y mostraron en una marcha multitudinaria su repudio a la secretaria de salud y al gobernador. Los galenos y otros integrantes del sector médico denunciaron que eran víctimas de la opresión institucional, pero también de las agresiones constantes de la delincuencia organizada. Muchos doctores y enfermeras fueron secuestrados y varios de ellos asesinados, a pesar de que pagaron los rescates que solicitaron.
Lo mismo ha ocurrido en el sector magisterial y en el del transporte. Maestros y choferes han salido varias veces a las calles exigiendo que el gobierno les cumpla y que las autoridades detengan a la delincuencia, una y otra vez las calles son cerradas, las plazas tomadas y los inmuebles públicos tapizados con cartulinas en donde la ciudadanía reclama atención, exige ser escuchada, demanda solución a sus problemas y reclama que cese la violencia.
Muchas son las formas en que la gente se ha expresado en estos tres años de gobierno y muchos también los sectores que por una u otra razón hicieron suyas las calles para expresar su sentir. En algún momento se trató de movimientos pequeños, con algunos cientos de participantes, en otros fueron acciones mayúsculas con la intervención de varias decenas de miles, en todos los casos el resultado es el mismo: la gente sale, se manifiesta… y las cosas siguen igual.
Ayer tocó el turno de movilizarse a los perredistas. La marcha fue convocada por el partido que preside el hijo del gobernador y el motivo fue demostrar su respaldo al jefe del ejecutivo. Personalmente no recuerdo un antecedente similar a la caminata perredista, salvo aquella manifestación que a través de desplegados de apoyo en medios de comunicación promovió el PRI para Jorge Carrillo Olea en la víspera de su renuncia. Movilizar gente para demostrar apoyo a un gobernante es peculiar, sui generis… extraño, por decir lo menos.
Esta forma de expresión ciudadana, las marchas, ha generado polémica desde hace varios meses. Cuando se trata de manifestaciones en contra del gobierno las autoridades las descalifican, las consideran vacías, sin contenido, sin representatividad ni peso. Peor aún: hay ciudadanos que tampoco creen que las marchas y manifestaciones sean el camino para cambiar las cosas y piensan que al gobierno este tipo de expresiones les provocan risa y en ningún caso ayudan a que la situación mejore.
Ahora que se trata de una marcha a favor los funcionarios y militantes del PRD la resaltan como un hecho histórico, como un acto espectacular que refleja el cariño de la gente hacia el gobernador y el respaldo mayoritario a un gobierno. No importa que (como en otras marchas) se haya recurrido a la movilización a través de rutas, que se compraran participantes o que se amenazara a algunos para asegurar su asistencia. El pase de lista en la marcha de la UAEM no es muy distinto al pase de lista de ayer en la marcha del PRD.
Pero el punto no es quien logra movilizar más gente en una marcha. Los conocedores del tema saben que si se tiene dinero y estructura lo demás es relativamente sencillo. Apoyos en lo económico, promesas políticas, chantajes laborales y hasta amenazas con programas de gobierno son algo cotidiano en este tipo de acciones. La gente acude en muchos casos porque no le queda otra; otros, también habría que reconocerlo, lo hacen porque están convencidos de lo que hacen.
Las manifestaciones se han vuelto algo común en nuestro estado. Se manifiestan ciudadanos en contra del gobierno y contra la inseguridad. Se manifiesta la iglesia reclamando paz. Se manifiestan los universitarios exigiendo respeto, autonomía y entrega de los recursos que les quitaron. Se manifiestan maestros demandando pagos atrasados. Se manifiestan transportistas pidiendo seguridad en su trabajo. Se manifiestan médicos demandando que cese la violencia en su contra. Se manifiestan organizaciones sociales reclamando la renuncia del gobernador y ahora se manifiesta el PRD apoyando a Graco Ramírez.
No importa cual sea el motivo de la manifestación, personalmente todas me parecen respetables. Me resultan válidos los reclamos de quienes exigen paz y justicia, pero también respeto la opinión de aquellos que piensan que el trabajo y camino del gobierno actual es el correcto. Una forma de pensar o una manifestación no tendría que ser motivo de división en el estado, más bien tendría que proponer caminos para encontrar soluciones conjuntas y benéficas para todos. El problema no son las manifestaciones ni las opiniones que al calor de la pasión expresan quienes en ellas participan; lo lamentable es que ninguna de estas expresiones ha logrado hasta ahora traducirse en acciones que mejoren los resultados o al menos que cambien la actitud de quienes toman las decisiones.
Hoy las manifestaciones nos dividen, pero sobre todo nos alejan de lo que casi todos desde cualquier ángulo buscamos: que Morelos salga adelante. El problema no es que la gente salga a las calles, exija soluciones o respalde a un gobierno, sino que las autoridades no aceptan los problemas, sólo escuchan lo que quieren y desprecian todo lo que les resulta incómodo.
Mientras la actitud de quienes toman las decisiones en Morelos no cambie, todas las marchas serán en vano.
- posdata
¿Y después de las porras y los aplausos en la marcha a favor de Graco qué?
- nota
Durante la inauguración de las oficinas de la Comisión de Atención a Víctimas en Cuernavaca Elena Cepeda de Ramírez le puso el cascabel al gato. Así lo dijo la primera dama:
“Yo quisiera que las y los comisionados tuvieran la generosidad de hacer que el recurso que con tanto trabajo, podría estar en otra área; si me lo dan al DIF podríamos hacer maravillas, podríamos contratar psicólogos, médicos, gente que puede atender que nos hace falta para atender a los niños, a las niñas, a los adolescentes que llegan al DIF y no en salarios enormes que no llegan a las víctimas. Ustedes deberían ser honorarios, perdónenme que se los diga, el trabajo que hace Nad debería ser reconocido, por lo que hace, no porque ella si es funcionaria, pero no personajes de la sociedad civil que quieren cobrar más de 60 o 70 mil pesos.
Y así le respondió una consejera:
¿Para qué iniciaron un proceso de selección y para que hicieron toda la pantomima si al final van a querer que no estemos? ¡Porque hay que transparentar recursos y es lo que no quieren! ¿Dónde están los recursos del 2014? ¿Dónde están los recursos del 2015? ¡No hay nada! Y quieren que no alcemos la voz, que no digamos nada, somos incomodas, nosotras estamos para que la atención y reparación a víctimas sea transparente, toda la reparación, no hablemos nada más de la reparación económica, sino la atención médica, psicológica; que me diga la señora Elena ¿porque hicieron entonces este proceso? ¿a quién le querían tomar el pelo? Estuvimos en una selección, había más de 200 personas participando y eligió el gobierno del estado a las mejores personas que consideró; nosotras no nos fuimos a apadrinar con nadie y después el congreso nos eligió a nosotros para estar al frente, ¿entonces de qué se trata ahora? ¿Por qué quieren tener beneficiada a Nad? ¿Por qué a Nad no la cuestionan? ¿Por que no la ponen honorifica? Si realmente es tan buena que la pongan honorifica, que pongan una coordinadora honorifica y entonces sí estamos todas parejas. No se puede pedirle a alguien que le trabaje sin recibir un sueldo.
- post it
Así lo dijo Graco Ramírez aquel 01 de octubre del 2012 en su toma de protesta:
- No gobernaremos con ocurrencias, sino con la opinión, las propuestas y la experiencia que hemos recogido en estos años de quehacer político.
- Hoy también me nutre el saludo fraterno de la gente, la esperanza de niños y jóvenes que no quieren vivir con miedo. Vivo la política como la oportunidad de demostrar que el trabajo público se puede realizar con honestidad y compromiso social.
- Mi vida política inicio con el sueño de hacer de este país un México más justo y democrático. Soy militante de la izquierda desde que tenía 20 años de edad. He aprendido de las lecciones de la historia y la vida, por eso hoy me asumo como un demócrata de izquierda. Soy un hombre progresista. Llego a esta responsabilidad que me confirió el sufragio de las y los ciudadanos con la madurez de un luchador social que tiene la serenidad y la prudencia que los años dan. No me explicaría mi vida sin el ejemplo de mis padres. No sería quien soy, sin la solidaria convivencia con mis compañeros de mil batallas. No estaría aquí con esta fortaleza sin explicarme el valor de la compañía de mi Elena y de mis hijos y nietos. Particularmente de Elena, de quien aprendo y me ha acompañado solidaria y participativa en las acciones y sueños que hemos emprendido.
- Terminaremos con los gastos innecesarios y dispendiosos. Seremos un gobierno austero y eficiente.
- Es un honor poder servir a Morelos y a México, porque tenemos un proyecto de gobierno. Con la Nueva Visión sabemos qué queremos y cómo lo vamos a llevar a cabo.
- No gobernaremos con ocurrencias, sino con la opinión, las propuestas y la experiencia que hemos recogido en estos años de quehacer político.
- Escuchándolos a ustedes y con su participación haremos las cosas mejor.
- Hoy zarpa este barco que es Morelos me comprometo a llevarlo a buen puerto. Siempre dialogando, acordando, dándonos la mano, solidarios y fraternos. Vamos a una nueva etapa de la vida nacional.
- Esta es la oportunidad de construir y hacer de la transición democrática también un ámbito de mayor equidad social. Los morelenses quieren más y mejores empleos, más educación e inversión en ciencia y tecnología para ser más independientes en el mismo entorno global en el que habitamos. Todos queremos menos pobreza y mayor bienestar. Vamos a demostrar que la gente quiere un nuevo pacto social y que se construyen acuerdos. Aquí todos somos necesarios e indispensables. No es válido marginarse, no cabe la apatía y esperar un salvador de la Patria.
- redes sociales
La reflexión surge desde las redes sociales, a propósito de la marcha organizada por el hijo del gober de Morelos
"Ir a una marcha convocada por el Gobierno es como ir a cagar en un baño público, sabes que esta de la chingada pero la necesidad es cabrona”
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