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USO DE RAZÓN

Trump y deuda, los dos dolores

 
 

  

A México le preocupa cualquier expresión en cualquier lugar del mundo que introduzca un elemento de racismo, expresó José Antonio Meade. (Alejandro Melández)

Dos han sido los errores de este gobierno que nos han traído consecuencias graves: el incremento acelerado de la deuda y la invitación a Donald Trump.

Uno pega en el bolsillo y otro muy cerca de ahí.

En contraparte han habido aciertos innegables, como son las reformas por tantos años postergadas y que llegaron tarde, pero llegaron.

Sin embargo, tenemos el dólar a más de 20 pesos y un plan de austeridad que golpea a la gente, a los programas sociales, a la cultura, a la salud y a la educación.

Se manejó mal la economía y fue una equivocación dramática tener a Donald Trump en Los Pinos.

“Habíamos estado viviendo de prestado”, dijo ayer el secretario de Hacienda, que no se ha reservado argumentos para alertarnos de la gravedad de la situación.

Si no hay austeridad y un control estricto de la deuda, expresó José Antonio Meade ante diputados la semana pasada, las consecuencias por venir pueden ser “abruptas y sustanciales”.

Los que saben leer entienden lo que el titular de Hacienda nos está advirtiendo.

Deuda y déficit han sido los temas del secretario Meade, quien intentará retomar lo que se prometió y no se cumplió desde el inicio de esta administración: crecer con déficit cero.

Aumentar la deuda como lo ha hecho el gobierno no puede pasar sin que haya consecuencias: en tres años se ha incrementado casi diez puntos del PIB.

El gobierno anterior dejó la deuda muy por debajo de 40 puntos del PIB (entre 34 y 36 por ciento del PIB) y hoy está cerca del 50 por ciento.

Durante el último año de Calderón la economía creció al 4.0 por ciento, y en 2013 sólo a 1.4 por ciento.

No se necesita ser economista para entender que un freno así al crecimiento, sin crisis internacional, con los mejores precios del petróleo en la historia y con dinero producto de la contratación de deuda, fue producto de un mal manejo de la economía. ¿O no?

En 2015 el gobierno gastó 156 mil millones de pesos más de lo presupuestado. Y aumentó la deuda. Creció el déficit.

Algo se hizo mal en la economía del país que ayer el secretario de Hacienda nos dijo que en buena medida “habíamos estado viviendo de prestado”.

Lo anterior se puede corregir, con austeridad y sacrificios: tiene remedio si el Congreso no desdibuja el Proyecto de Presupuesto.

Pero lo que podría no tener remedio fue la invitación a Donald Trump a México. A Los Pinos, nada menos.

Fue un error de cálculo creer que cambiaría su discurso antimexicano, como lo reafirmó el propio candidato republicano esa noche en su discurso de Arizona.

Ese golpe al hígado de la nación va a tardar más en sanar que el exceso de endeudamiento.

Si gana Trump nos va a ir muy mal: ya se le ofreció renegociar el TLC.

Y si la vencedora es Hillary va a cobrar caro el trato de jefe de Estado que se le dio en México a su adversario, el antimexicano Donald Trump.

Twitter: @PabloHiriart

Ámbito: 
Nacional