Mañana será la ceremonia de entrega del Premio Crónica que llega, en el 2016, a su séptima edición.
La cita es un escenario inmejorable: el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.
Reciben el premio: Pablo Rudomin Zevnovaty, en Ciencia y Tecnología; Linda Rosa Manzanilla Naim, en Academia; Horacio Franco, en Cultura; el de Comunicación Pública, de la UNAM, lo recibirá el rector Enrique Graue.
Se trata de personas e instituciones que han hecho aportaciones extraordinarias al país.
Nuestro Grupo Editorial los galardona como una forma de agradecimiento a su esfuerzo, pero también para dejar constancia de que los mexicanos de excepción no están sólo en los libros de historia.
Están aquí, entre nosotros. Trabajan, crean, construyen. Nos enorgullecen.
Unidad o fractura
Si el PAN se divide, pierde. En el 2018 la operación política obligada es la suma y, de ser posible, la multiplicación.
Acción Nacional se encuentra en una coyuntura favorable para ganar la presidencia en el 2018, pero si se bifurca no alcanzará la victoria. Lo dijo Rafael Moreno Valle, que está llamado a ser uno de los finalistas del proceso interno.
Para evitar fracturas, una de las condiciones es que Ricardo Anaya decida si quiere terminar su periodo como dirigente nacional, o si aspira a ser candidato.
“No me parece justo que pretenda los dos cargos” dijo el gobernador de Puebla, que con este movimiento ubicó Anaya como factor de unidad o de fractura.
143 millones de pesos
Sin presupuesto para operar el Sistema Nacional Anticorrupción sería una entelequia. Una institución perfecta que sólo existe en la imaginación.
Para que opere requiere de recursos. El Senado de la República presentó ya una propuesta concreta, que incluye salarios de 150 servidores públicos.
La idea es que los 143 millones de pesos sean una inversión que a todos beneficie y no un despilfarro.
Si la nueva institución es cara o barata lo dirán los resultados.
De tiempo completo
Lo malo de alcanzar el poder siendo dicharachero, es que se vuelve una obligación soltar frases ingeniosas, que muevan a la risa y no a la reflexión, todo el tiempo, incluso ante temas que afectan a la población.
Ahí está el caso de El Bronco, gobernador de Nuevo León, que es ocurrente de tiempo completo.
En ocasiones, El Bronco habla con más consideración y respeto de su caballo Tornado, que saltó a la fama durante la campaña, que de mujeres e integrantes de la comunidad homosexual del estado que gobierna.
Si las parejas homosexuales de Nuevo León se quieren casar que se vayan a Saltillo, dijo El Bronco, que debería lanzar sus chascarrillos en otro escenario.