* EL OBISPO TRICOLOR
La Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC) insiste con su única causa y planea presentar la semana próxima una nueva solicitud de juicio político en contra de Graco Ramírez, ahora por supuestas omisiones relativas a la seguridad pública, mientras que ayer introdujo un documento ante el Congreso urgiendo la respuesta de la Junta Política y de Gobierno a su primera petición de enjuiciamiento por el supuesto manejo irregular del crédito de dos mil 806 millones de pesos. Tras el carpetazo tácito que el Legislativo le dio a la auditoría especial aplicada al empréstito, la CMMC exige una respuesta frente a lo que presumiblemente será un dictamen favorable al mandatario poniendo fin al expediente, lo cual sucederá en los próximos días. Dícese que tal contestación le daría bases a la CMMC para ampararse. Es evidente que el grupo está desesperado. Y en el propio Congreso ha trascendido la posible aplicación de sanciones a determinados servidores públicos debido a errores administrativos encontrados en esa auditoría y cuyo número podría llegar a 30, según el titular de la Entidad de Auditoría Superior y Fiscalización, Vicente Loredo.
Y en más con relación a dicha Coordinadora comentaré que se sumará a la marcha convocada por Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, para el próximo 21 de mayo. Dios los hace… y el PRI los junta. El diputado federal priísta Matías Nazario Morales acaba de conseguirle a la Diócesis de Cuernavaca 31 millones de pesos dizque destinados a remodelar la Catedral, lo cual generó enorme beneplácito en el prelado encubridor de curas pederastas. Nazario fue jefe de Gerardo Becerra Chávez, dirigente de la CMMC, durante la legislatura anterior en el Congreso local. La nueva movilización de Ramón Castro (ya posee otra lujosa mansión en la colonia Vista Hermosa de nuestra capital) tiene su justificación en que “Graco no lo ha buscado”, según confirmó en Cuernavaca a finales de la Semana Santa el obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda Silva (otro priísta), durante la Misa Crismal. A ver.
En medallones y vidrios laterales de unidades del transporte de pasajeros con y sin itinerario fijo se han colocado desde el pasado fin de semana leyendas con las cuales los transportistas demandan la salida del secretario de Movilidad y Transporte, Jorge Messeguer Guillén, a quien acusan de incumplir su labor que debería tener como premisa poner orden en el sector. Los letreros no son sino la continuación del pleito que el exsecretario de Gobierno y excandidato perredista a la alcaldía capitalina mantiene con dirigentes de taxistas y ruteros, liderados por Enrique Rodríguez y Dagoberto Rivera, supuestamente vinculado a la ineficiencia de Messeguer para combatir al pirataje y otorgar servicios que son responsabilidad de la Secretaría a su cargo, verbigracia los trámites de renovación de concesiones y tarjetón, y la emisión de nuevas concesiones de taxis indebidamente otorgadas (según los permisionarios), pero también con la eliminación de cotos de poder que los transportistas mantenían en la dependencia mediante dádivas económicas. Este pleito escalará.