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PUNTO Y APARTE

* LAS VÍCTIMAS:POLITIZACIÓN

El historiador mexicano Enrique Krauze publicó en la revista “Letras Libres”, el 10 de diciembre de 2012, un artículo titulado “La politización de todo”, que nos sirve como preámbulo para nuestro tema de hoy con respecto a la politización de las víctimas. Entre otras cosas Krauze escribió: “En esa variante de la politización, la opinión desplaza al hecho, la ocurrencia al análisis, la política permanece en la espuma de los días, la politización se disuelve en politiquería (…) La politización de todas las cosas ha tenido efectos devastadores sobre las relaciones personales. En su tratado de la amistad, Cicerón apunta que la política es causa fundamental de la discordia entre amigos. En el México de estos años, la politización extrema (esa forma intolerante de acercarse a la política o de practicarla) no sólo ha sembrado división entre amigos sino entre hermanos. Familias enteras comienzan a considerar, apenas ahora, los costos del encono ideológico”. Vaya que tenía y sigue teniendo razón Enrique Krauze.

En lo tocante a víctimas de la violencia en Morelos, el caso de la fosa de Tetelcingo sigue politizado y al servicio de algunos actores políticos de la UAEM. El rector Alejandro Vera y Javier Sicilia, su secretario de Comunicación, han sacado raja política y personal del espinoso asunto y obtenido reflectores a nivel nacional. La recomendación dirigida el jueves de la semana pasada por la CNDH al gobierno estatal, a la Fiscalía General del Estado y al Ayuntamiento cuautlense exacerbó el activismo de dichos personajes universitarios, quienes pretenden establecer hoy una analogía con lo ocurrido en 1998, cuando Jorge Carrillo Olea todavía gobernaba Morelos. Allá y entonces se emitió una recomendación de la CNDH al Ejecutivo por evidente quebranto de derechos humanos, haciendo tambalear al mandatario. Fue de hecho la gota que derramó el vaso hacia su defenestración y juicio político.

La nueva recomendación de la CNDH es capitalizada ya por el rector y su pandilla para reiniciar el tema de juicio político contra Graco Ramírez, con Tetelcingo como argumento principal. Quizás no lo sabe, pero el Ombudsman nacional otorgó una excelente oportunidad a la caterva de Vera Jiménez para sacar ganancia. Hoy por hoy el tema de las víctimas y desaparecidos es el más fuerte dentro del discurso del rector, pero sobre todo de Javier Sicilia. En segundo plano anotamos los supuestos adeudos del gobierno morelense con la UAEM. Sin embargo, Graco Ramírez no está dispuesto a ser la víctima en esta evidente y perversa politización y por lo mismo respondió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos bajo el siguiente tenor: el gobierno de Morelos acepta la recomendación 48/2016, pero niega rotundamente que la fosa de Tetelcingo sea clandestina, lo cual fue convalidado ya por el visitador general de la CNDH, Enrique Guadarrama López, quien aseguró que dicha fosa es común, aunque se localiza sobre un panteón que no cumple con la debida regularización, a lo cual el presidente municipal de Cuautla, Tadeo Nava, también respondió: “Todos los panteones de esta ciudad están en proceso de regularización”.

En su respuesta a la CNDH el gobierno de Morelos indica que 119 cadáveres y bolsas con restos humanos estuvieron depositados en el Servicio Forense de la ex Procuraduría de Justicia del Estado de Morelos. “En el expediente se señala que los 117 cuerpos restantes corresponden a los años 2010 (2), 2011 (14), 2012 (64). En 2013 existe el registro de 37”. Chequen ustedes el dato: la mayoría de restos provenían de la época del gobernador panista Marco Adame Castillo, a quien los detractores del actual régimen no tocan ni siquiera con el pétalo de una rosa. Alejandro Vera y Javier Sicilia jamás se han referido a él, mientras Adame disfruta la vida y su pasión: las corridas de toros. Tras declarar que se reparará el daño a algunas víctimas (conforme lo mandata la ley), el Ejecutivo local propone a la CNDH la emisión de otras recomendaciones al resto de autoridades de procuración de justicia en todo el país para crear fosas ministeriales, con protocolos y normas de actuación unificados, a fin de transparentar y regularizar las fosas comunes, tal como se hizo en Morelos (en Tetelcingo). Etcétera, etcétera.

Mientras tanto el rector y su círculo rojo no quitan el dedo del renglón y este 10 de octubre emitió un comunicado donde fija su postura ante la recomendación 48/2016 de la CNDH. Tenía que hacerlo, primero porque se atribuye el descubrimiento del “Caso Tetelcingo” y los posteriores avances en materia de reivindicación de las víctimas, y también debido a la necesidad de mantener alta la politización, pues otorga posibilidades de seguir atacando al gobernador. Continúan el discurso impugnativo contra los funcionarios directamente involucrados en la fosa de Tetelcingo, juzgándolos ya por responsabilidad administrativa, penal y omisiones. Y buscan elementos jurídicos para darle cauce a un juicio político, según la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos de Morelos como ocurrió en 1998 con Carrillo Olea. Como tienen sus baterías enfocadas hacia el gobernador, Vera y sus asesores están montados sobre el tema de fosas clandestinas. La banda universitaria se mantiene en lo mismo, refiriéndose a la clandestinidad de las inhumaciones, lo que indudable sitúa el asunto en lo mediático y lo político. Ansían sentar al gobernante morelense en el banquillo de los acusados imputándole delitos de lesa humanidad, quebranto de derechos humanos, desapariciones forzadas, etcétera, etcétera. En concreto: establecer una analogía con la etapa previa a la defenestración de Carrillo Olea.

Pero, mucho ojo con lo siguiente. A la multicitada horda le quedó como anillo al dedo el tema de las fosas para encubrir la corrupción en que se encuentra inmersa la Rectoría. Vera y Sicilia culpan a Graco Ramírez de las irregularidades financieras detectadas hasta ahora en la UAEM por autoridades fiscalizadoras federales y estatales; dicen que el gobernador se ha dedicado a desacreditar a la Universidad, dividirla y asfixiarla, todo ello como venganza porque esa casa de estudios descubrió el caso Tetelcingo y decidió apoyar a las víctimas. Pura palabrería que, infortunadamente, generó grandes expectativas a los deudos de los desaparecidos. ¡Poca madre! Y ahí vienen de nuevo. Vera Jiménez y Sicilia aseguran que hay una tercera fosa clandestina en Tetelcingo y más en Jojutla y otros municipios. Así las cosas, ya no tardan en asegurar que los 33 municipios tienen el mismo problema. Y convencido estoy que quizás en esta misma semana irán a Ciudad de México a hacer alharaca ante representantes de medios nacionales… porque el tema de las fosas es MEDIÁTICO.

Cambiemos de frecuencia. En medio del análisis del Presupuesto 2017, que está en marcha, todos los sectores buscan presionar para que se les asignen recursos suficientes para sus necesidades. Por ello el SNTE, a través de su lideresa estatal Gabriela Bañón, hizo un llamado al gobierno de Graco Ramírez para garantizar a los maestros el pago de sus salarios y sus prestaciones en el año venidero. Pero no fue lejos por la respuesta, pues el mandatario estatal, al asistir a la Presentación de resultados de los foros de consulta del modelo educativo Morelos 2016, resaltó el respaldo de su administración a los docentes en los rubros salariales y de incentivos. Hay pues, acuerdo entre Gobierno y SNTE en cuanto a lo que se quiere para 2017.

Cuando la Fiscalía General del Estado pareció favorecerle al difundir que un dictamen respaldaba la versión de que Cuauhtémoc Blanco sí había firmado el contrato de siete millones de pesos para alquilarse como candidato, Roberto Yáñez se mostraba muy feliz. Pero ahora, cuando se corre la versión de que un segundo dictamen se contrapone al primero y acusa una falsificación de la firma, el ex secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca salió a hablar pestes de la Fiscalía. A final de cuentas el asunto sí se está convirtiendo en una novela. Empero, el fiscal Javier Pérez Durón negó ayer la existencia de un segundo peritaje, y en caso de que lo haya, la Fiscalía tendría la opción de solicitar un “tercero en discordia”. El berenjenal va para largo. Los hermanos Yáñez Moreno buscan a toda costa la defenestración de Cuauhtémoc Blanco y el ascenso del suplente Juan Manuel Rodríguez Limonchi, su gran “brother” desde hace décadas.

Perredistas de Temixco encabezados por Carlos Caltenco, ex colaborador de la desaparecida Gisela Mota, denunciaron que el ex alcalde Miguel Ángel Colín y quienes fueran integrantes del Ayuntamiento en la pasada administración municipal, pretenden llevarse aún más recursos del erario de ese municipio. Resulta que los ex funcionarios reclaman que la administración municipal les pague salarios no devengados en su oportunidad, lo cual genera disgusto en los perredistas temixquenses que tienen presentes las acusaciones en contra Colín por peculado de 50 millones de pesos, derivadas del trabajo de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización. A ver.

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