* NUEVO ATAQUE CONTRA GRACO
El Frente Amplio Morelense (FAM), esta vez sin la presencia de Javier Sicilia (secretario de Comunicación de la UAEM) sino comandado por Gerardo Becerra, vocero de la autodenominada Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), dio a conocer que solicitó a la Cámara de Diputados juicio político en contra del gobernador Graco Ramírez por el caso de la fosa de Tetelcingo para el cual, además, exige que el Senado de la República integre una “comisión de la verdad”. Con respecto a ese espacio de inhumación, ubicado como fosa común en el interior de un panteón operado por el Ayuntamiento cuautlense, fue inquirido por diputados locales el fiscal Javier Pérez Durón, a quien la Junta Política del Congreso citó la tarde de ayer para una reunión privada. La postura gubernamental sobre el tema ya ha sido difundida: la administración de Graco Ramírez atenderá puntualmente la recomendación de la CNDH, habrá una disculpa y se reparará el daño a las víctimas. A su vez, el Ayuntamiento cuautlense, a cargo de Tadeo Nava, ya comenzó la regularización no solo del panteón de Tetelcingo, sino de otros existentes en la heroica ciudad. Las instituciones aludidas por la CNDH en la recomendación 48/2016 tienen hasta seis meses de plazo para cumplirla.
Sin embargo, Becerra y sus huestes, sumados al FAM para ver qué cachan, no han quitado el dedo del renglón… desde hace casi cuatro años. Por angas o mangas (no sé cuándo ni por qué se pelearon) el vocero de la CMMC le ha querido aplicar al mandatario la fórmula que ambos utilizaron durante el bienio 1996-1998 en contra del entonces gobernador Jorge Carrillo Olea, aunque súper auspiciados desde Los Pinos por Liévano Sáenz, a la sazón secretario particular del presidente Ernesto Zedillo, desde luego acatando las órdenes de su jefe superior inmediato. Eran otros tiempos, cuando Zedillo le cobró a Carrillo todas las que le hizo siendo subsecretario de Ejecución Fiscal de la SHCP en el sexenio de Luis Echeverría. El militar (a la postre retirado) nunca imaginó que aquel joven proveniente del Instituto Politécnico Nacional (IPN), a quien ofendía con demasiada frecuencia, algún día será primer magistrado de la nación.
Ayer comenté que la defenestración de Carrillo Olea en 1998 fue acelerada por una recomendación de la CNDH dirigida al gobierno de Morelos por quebranto de derechos humanos. Y aliado hoy a Javier Sicilia (el “Chile de Todos los Moles”), Becerra aprovecha la coyuntura de la problemática financiera de la UAEM y su conflicto con el gobierno estatal por la misma causa, para sacar raja política y tener presencia mediática. Lo siguen los dos sempiternos líderes de ruteros y también Rosario Martínez Cué, fémina sumada ayer a quienes propiciaron el cierre de negocios escenificado en las calles Morrow y Arteaga de Cuernavaca. No dudo que Javier Bolaños, desde la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, o su ex jefe en el Congreso local, el también diputado federal priísta Matías Nazario Morales, se encuentren detrás de Gerardo Becerra en esta nueva embestida dirigida a Graco Ramírez. A ver qué sucede con esta ooootra solicitud de juicio político, que abarca también a diputados de la legislatura 53.
Cambiemos de frecuencia. Para el responsable de la Secretaría de Asuntos Jurídicos del Ayuntamiento de Cuernavaca, José de Jesús Guízar Nájera, la eventual conclusión de la polémica sobre si Cuauhtémoc Blanco firmó o no un contrato para ser candidato a Presidente Municipal, se dará con la elaboración de un tercer peritaje. Es decir que, a partir de la existencia del peritaje difundido por los buenos oficios de los hermanos Yáñez, y la del segundo del cual ha hablado Guillermo Arroyo Cruz, secretario del Ayuntamiento, las partes podrían sujetarse a un nuevo peritaje, externo quizás, que pueda terminar con la actual polémica. Pero no son los enemigos del Cuau el único problema de la ciudad, pues el responsable de las finanzas, Alejandro Villarreal, advierte que en ese rubro la comuna está haciendo crisis, principalmente por las deudas heredadas. A ver.
Fue noticia la inseguridad (hubo operativo de la SEDENA en la calle Lerdo de Tejada contra tratantes de personas), los problemas de tránsito, las propias manifestaciones que han sido recurrentes en las últimas semanas y la falta de servicios públicos, que motivaron quejas del comercio ayer en el centro de Cuernavaca. Quienes transitaron al filo del mediodía por Morrow se sorprendieron porque algunos comerciantes bajaron sus cortinas en protesta por la “creciente inseguridad” que afecta sus intereses y los de sus clientes potenciales. Dicen que los robos son cosa de todos los días y además sus ventas se ven afectadas por las marchas y la problemática vial, ante lo cual incluyeron en sus peticiones la reapertura de la calle Guerrero al tránsito vehicular. Recuerdo cómo en 1975 hubo un paro de comerciantes aglutinados en la Cámara Nacional de Comercio de Cuernavaca, entonces presidida por Jorge Pérez Bello, para rechazar algunas disposiciones administrativas impuestas a rajatabla por el alcalde David Jiménez González (hoy magistrado del Tribunal Fiscal de la Federación). Hubo nota local y nacional, tal como sucedió con el cierre de ayer. Los detractores del régimen supieron dónde y cómo pegar. Mientras tanto, comerciantes informales exigieron que se les instalen medidores de luz y puedan comenzar a operar; ellos dicen que 40 semifijos están a la espera de trabajar.